En la Cuesta del Coso, los vehículos aparentemente suben cuesta arriba sin que el motor esté en marcha. Este fenómeno es conocido como "cuesta mágica" o "cuesta encantada". Las personas que visitan la cuesta experimentan la sensación de que la gravedad se invierte, y los coches, bicicletas, e incluso bolas y botellas ruedan cuesta arriba en lugar de descender.
¿Ilusión Óptica?: La explicación más común para este fenómeno es que se trata de una ilusión óptica. La disposición del paisaje circundante crea una perspectiva engañosa que hace que una ligera pendiente descendente parezca una subida. Aunque parece que los objetos están moviéndose cuesta arriba, en realidad están descendiendo.
En la zona, se han tejido numerosas leyendas para explicar este fenómeno. Una de las historias más populares sugiere que el lugar está encantado por los espíritus de antiguos residentes o que hay fuerzas sobrenaturales en juego. Estas leyendas han contribuido al misterio y atractivo del lugar, haciendo de la Cuesta del Coso un punto de interés turístico.
La Cuesta del Coso se ha convertido en un sitio de visita obligada para los curiosos y los amantes de lo paranormal. La mezcla de ciencia y misterio, junto con las leyendas locales, atrae a personas interesadas en experimentar el fenómeno por sí mismas. Además, la cuesta ha sido tema de numerosos relatos y ha fortalecido la identidad cultural de Sanabria.
Muchos visitantes acuden a la Cuesta del Coso para probar el fenómeno por sí mismos. Llevan sus coches a la pendiente, apagan el motor y sienten la extraña sensación de moverse en la dirección contraria a lo esperado. También hay quienes colocan objetos redondeados en la carretera para verlos rodar aparentemente cuesta arriba. Las reacciones varían, desde la sorpresa y el asombro hasta la incredulidad y el escepticismo.
La Cuesta del Coso en Sanabria sigue siendo un enigma fascinante que combina elementos de ilusión óptica y folklore local. Este fenómeno paranormal de Zamora no solo proporciona una experiencia intrigante para quienes lo visitan, sino que también enriquece el patrimonio cultural de la región con su mezcla de misterio y desafío a las leyes físicas que aún nadie ha podido explicar.