Ecologistas Zamora ha alzado la voz contra la construcción de uno de los mayores proyectos fotovoltaicos de España, que afectará mayormente a la comarca de Sanabria. La organización considera que esta infraestructura, ubicada dentro de la Reserva de la Biosfera Meseta Ibérica, supone un "despropósito monumental" que amenaza el paisaje, la biodiversidad y el patrimonio cultural de la zona.
El megaproyecto incluye varias instalaciones que, aunque no superan los 50 MW individualmente, suman más de 200 MW en su conjunto, lo que habría requerido una evaluación centralizada por parte del Ministerio de Transición Ecológica. Estas plantas, denominadas "Ribadelago" y "Sanabria", se suman a otra ya aprobada en Asturianos, "Valentina Solar", que aportará 60,4 MW adicionales. En total, más de 300 hectáreas quedarán ocupadas por paneles solares, nuevas líneas de alta tensión, subestaciones y carreteras de acceso, fragmentando el hábitat de una de las zonas más ricas en biodiversidad de Europa.
La organización denuncia que la obra se desarrolla en terrenos comunales del municipio de Otero de Sanabria, vendidos por el Ayuntamiento de Palacios de Sanabria. Esto privará a futuras generaciones de un patrimonio natural de incalculable valor. Además, la instalación afecta a hábitats de especies protegidas, como el lobo ibérico, y está situada cerca de áreas declaradas Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).
"Se están arrancando robles centenarios y brezales de interés comunitario, amparados por restricciones laxas que permiten talar hasta 400 árboles por hectárea", denuncian desde Ecologistas Zamora. El impacto visual es otro de los aspectos criticados, ya que la obra es visible desde gran parte del cinturón montañoso provincial.
La organización también alerta sobre la incertidumbre en cuanto al comportamiento de la fauna, especialmente aves, ante esta "colosal barrera de espejos solares". Esto, unido al efecto acumulativo de otras infraestructuras ya existentes, como embalses, autopistas y líneas de alta tensión, convierte a esta obra en "un ataque brutal e injustificado al entorno natural".
Ecologistas Zamora no se oponen a las energías renovables, pero exigen una planificación que respete los ecosistemas y el patrimonio. Proponen que este tipo de instalaciones se ubiquen en terrenos ya alterados, como las cercanías de las vías de alta velocidad, en lugar de sacrificar áreas de gran valor ecológico.
"Es inadmisible que la Junta de Castilla y León haya autorizado esta obra con tanta celeridad, ignorando las recomendaciones de expertos y el impacto en la comunidad local", añaden. También lamentan que no se haya consultado a la UNESCO, gestora de la Reserva de la Biosfera Meseta Ibérica.
La organización concluye que este tipo de proyectos, con una vida útil de apenas 20 o 25 años, no justifican el coste ecológico y cultural que conllevan. "Arrasar con la biodiversidad y los bienes naturales del territorio no puede ser el precio a pagar por una transición energética que debería ser sostenible", advierten.
