El chupete perdido en Peces: un pequeño símbolo del amor por la naturaleza
Este fin de semana, en un paseo por la maravillosa Laguna de los Peces, en pleno Parque Natural del Lago de Sanabria, algo inesperado llamó nuestra atención. Entre los neveros que aún resisten al paso del invierno, allí, en un rincón de la montaña donde el frío conserva los vestigios del tiempo, encontramos un chupete.
En la montaña se pueden encontrar cientos de cosas: pequeñas huellas de la fauna, ramas caídas, rastros de senderistas... pero un chupete es un hallazgo especial. Un símbolo de infancia, de inocencia y, sobre todo, de nuevas generaciones que aprenden a amar la naturaleza. Porque al final, eso es lo que debemos dejarles a nuestros hijos: el amor por el entorno natural, por sus paisajes, por la libertad de respirar aire puro y por el placer de descubrir rincones únicos como Sanabria y sus 32 lagunas.
Un paisaje privilegiado en continuo cambio
La Laguna de los Peces, al igual que el resto del entorno sanabrés, es un escenario donde la meteorología juega un papel fundamental. En esta zona, el fenómeno de la inversión térmica se hace especialmente evidente: mientras en localidades como Villanueva de Valrojo, Cervantes o Santa Eulalia del Río Negro se pueden alcanzar -10ºC, en la cumbre las temperaturas pueden ser sorprendentemente templadas, con valores positivos de hasta 11 o 12 grados. Un fenómeno que demuestra la singularidad climática de Sanabria y que añade aún más magia a sus paisajes.
La montaña, un refugio para todas las edades
Encontrar un chupete entre los neveros es una prueba de que las familias siguen apostando por la naturaleza, por enseñar a sus pequeños el valor de un entorno que debemos proteger. Y, seguramente, el niño o niña que lo perdió no lloró demasiado por su “tete”, porque estaba disfrutando de algo mucho más valioso: una experiencia única en la montaña, con aire puro, vistas espectaculares y la sensación de libertad que solo estos parajes pueden ofrecer.
Disfrutar de la montaña con precaución
Sanabria es un territorio privilegiado para el senderismo y la aventura, pero también exige respeto y planificación. Salir bien equipado, con ropa adecuada, agua y un itinerario claro es esencial para disfrutar sin riesgos. Afortunadamente, las rutas están bien señalizadas y permiten explorar con seguridad cada rincón de este paraíso natural.
Un recuerdo imborrable: "Sanabria y su hallazgo más tierno: un chupete entre los neveros de la Laguna de los Peces"
El chupete perdido en la Laguna de los Peces nos recuerda que la montaña es para todos. Que no hay edad para maravillarse con la naturaleza y que cada paso en este entorno deja una huella imborrable en nuestra memoria. Una caminata entre lagunas y cumbres no solo nos regala paisajes que se quedan en la retina durante meses, sino que también fortalece el vínculo con el mundo natural, ese que debemos cuidar para que generaciones futuras puedan seguir perdiendo chupetes... pero ganando recuerdos inolvidables.
