Como organización que pertenece a la Alianza para las Montañas de la ONU, promueve esta campaña. El 11 de diciembre, Día Internacional de las Montañas 2022 y su tema "Las mujeres mueven montañas" es una oportunidad para promover la igualdad de género y, por tanto, contribuir a mejorar la justicia social, los medios de vida y la resiliencia.
El jueves 8 de diciembre, junto a la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (FADEMUR), CRIOSANABRIA organizó una jornada de cine fórum donde se trataba de visibilizar el trabajo de las mujeres y los cambios que se han producido en los últimos años.
El sábado 10 de diciembre, Daniel Boyano Sotillo, presidente de CRIOSANABRIA, realizó un breve repaso basado en su experiencia laboral y vital, sobre los medios de vida y la importancia de las labores que realizan las mujeres en sistemas montañosos como el Himalaya, Los Andes, Los Alpes, montañas del Sudeste Asiático y Africanas... y por supuesto en las montañas de Sanabria.
Daniel Boyano Sotillo también recordó que las mujeres suelen sufrir más cuando se producen desastres de origen humano o natural en zonas montañosas. "Durante y después de este desastre, las mujeres han tenido que recomponer la estructura de su familia, atender a hijas, hijos, padres ancianos y otras personas que dependen de su apoyo", asegura.
Además a menudo se quedan solas, pues su pareja suele salir a buscar empleo fuera del área afectada. Este aumento de trabajo, con incremento de las lluvias y dificultades para conseguir agua potable por colapso de pozos o destrucción de tanques, trae consigo que las mujeres tengan que desplazarse mayores distancias provocando lesiones por la carga de peso, menos tiempo para crecimiento personal... "y enfermedades mentales que ya se están comenzando a manifestar", relata Boyano.
"A esto hay que añadirle que como ya estaban en una situación de discriminación social, esta marginalidad se acentúa en condiciones adversas. De este modo, las mujeres ven aumentada su responsabilidad al interior de los hogares, la que de por sí es siempre muy alta por la tradicional división sexual del trabajo", concluye.
