Dos negocios en un mismo espacio. El arte se presta a mil combinaciones generando una nueva oportunidad de negocio para los zamoranos emprendedores. Una, a priori idea chocante pero que se complementa a la perfección a través del cristal del escaparate en el que la alta joyería y el diseño de interiores no sólo se dan la mano, sino que se complementan.
Desde el mes de septiembre el local ubicado en la calle Alfonso de Castro, 13, sirve como ejemplo de aquellos espacios compartidos que aún no terminaban de llegar a Zamora. “A Álvaro (dueño de la joyería familiar Pepe Alba en Zamora) se le ocurrió esta idea de compartir espacio y me pareció interesante. No es una joyería al uso, sino que elaboran muchas piezas de manera artesanal, por lo que podía encajar la idea. Al final todo es diseño”.
Esta última frase fue la que lanzó a Elvira Pérez Pelaz, diseñadora de interiores y titulada en diseño de Interiorismo en la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Zamora. Con un negocio que puede perfectamente desarrollar prácticamente de manera online, esta joven zamorana había optado hasta el momento por trabajar desde casa, pero siempre con la idea de profesionalizar el estudio. Una idea que hizo realidad Álvaro y que permite a ambas marcas ahorrar en los gastos derivados del alquiler del local en un momento especialmente delicado para los negocios.
El día a día en este local es el de dos espacios diferencias pero a la vez interconectados. Sin paredes ni biombos de por medio, Elvira atiende a sus clientes que revisan la evolución de sus proyectos a escasos centímetros de los expositores de las joyas. Un ambiente que se presta a la colaboración entre marcas: “Por ejemplo el otro día vino una señora con un anillo de oro del que se había cansado y darle una nueva vida. Yo hice el diseño del boceto y al final lo mandaron hacer al taller”.
Para Elvira estrechar ese vínculo con los clientes desde su propio espacio era como un sueño. “Tienes que contar con una base muy grande para ya tener tu estudio. De esta manera es más fácil”. Su sueño se ha convertido en una realidad que ha superado las expectativas con unos espacios muy limpios y pulidos con predominio del blanco en línea con el diseño de que hacen gala las dos marcas a través de sus páginas web y redes sociales y que se suma también a la gestión de las redes de la marca de Pepe Alba en Zamora.
Un último aspecto en el que Elvira demuestra su destreza y soltura. Combina dos canales de Instagram, uno dedicado a promocionar sus proyectos personales bajo su marca y otro en el que muestra su día a día y estilo con cerca de 36.000 seguidores. Sus inicios en esta red se remontan a 2012, cuando por entonces “ni existía el término influencer”.
Este estudio asentado en Zamora ha dado vida al diseño de joyerías en Ferrol, de un bar en Chipiona, pero también del Museo de los Castros Celtas en Rabanales y la memoria para el Museo del Lobo en Villardeciervos. “También he ido a ver varios pisos en Zamora porque ha aumentado mucho la demanda”.
