Lo clásico triunfa. En un año en el que parece que Halloween vuelve a pisar con fuerza tras dos años marcados por la pandemia, los bares y discotecas de Zamora se han llenado de trajes, disfraces y caretas de lo más terroríficas, mientras que los niños sacan a relucir sus trajes de calabaza o de los payasos más crueles por las calles de la capital.
Y es que son ellos, los más pequeños, los que acuden a las tiendas con una idea más prefijada. “Los adultos, por lo general, vienen sin ideas y dispuestos a que les sorprendas”. De ahí que continúen brillando disfraces de películas clásicas como la anciana de ‘Psicosis’ de Alfred Hitchcook o de personajes de ‘El resplandor’, también ‘Chucky’. Otras como ‘La casa de papel’ o ‘Juego de Tronos’ siguen triunfando, si bien cada vez se piden menos una vez se han dejado de emitir. La excepción es la nueva máscara LED de ‘La Purga’.
Hasta tal punto triunfan personajes como Scream, los vampiros y los esqueletos –especialmente ‘el gótico’ con su capa y sus chorreras- que campaña tras campaña se agotan. “Se siguen vendiendo y a día de hoy sigo sin acertar con la mercancía porque por más que pido siempre me quedo sin stock”. Lo mismo ocurre con las lentillas que antes pasaban ‘sin pena ni gloria’ y de las que ahora apenas le quedan unas unidades. "Siempre me quedaban cerca de medio centenar de unidades y ahora están prácticamente agotadas, sobre todo las blancas".
Un comportamiento que contrasta con las peticiones de los niños que apuestan por la última versión de Spiderman, pero también por grandes mitos del terror como Harley Quinn o el payaso Pennywise de ‘It’, si bien la versión infantil de niña no ha podido llegar a la tienda.
Y es que la tienda especializada La Peseta ha afrontado con dificultades la llegada de esta campaña ante la escasez de productos con licencia, unido a los problemas de stock. La situación ya se veía venir, por lo que Santiago ya realizó los pedidos en el mes de mayo con vistas a que llegaran a partir de agosto. “Aun así he seguido recibiendo algún pedido atrasado hasta el 19 de octubre y otros me han fallado”. Los proveedores ya venían detectando estos problemas ante guerra de Ucrania, los nuevos brotes de la Covid-19 en el gigante asiático y la volatilidad en las relaciones internacionales.
En el caso de la decoración, los pedidos han sido pocos pero voluminosos. “Una chica por ejemplo de una pastelería de Bragança se ha llevado muchas piezas, sobre todo grandes como ataúdes y esqueletos, que en otros años apenas se vendían”. Así, la decoración de los hogares ha caído en beneficio de los comercios que apuestan por ‘revivir’ de cara a esta terrorífica fiesta importada de Estados Unidos pero que continúa haciéndose grande en nuestro país año tras año.
