Carlos Bautista, el testimonio de un joven zamorano que lucha contra la disfagia
“Aunque ahora todo parezca oscuro, los buenos momentos llegarán. Apóyate en tus seres queridos y no te rindas"
Carlos descubrió su condición, cuando una enfermedad autoinflamatoria le atacó la garganta. “La disfagia comenzó como parte de esta enfermedad, que puede afectar diferentes partes del cuerpo. En mi caso, impactó directamente en mi capacidad para tragar”, explica.
Para Carlos, los líquidos representan el mayor desafío. “La textura ideal para alguien con disfagia es como la del pudín, aunque esto depende de cada persona”, comenta. Esta limitación afecta no solo su dieta, sino también su rutina diaria, incluyendo el trabajo y las relaciones sociales.
“Por desgracia, la disfagia te limita muchísimo, sobre todo al principio. En mi caso, está asociada a otros síntomas como fiebres y náuseas, lo que dificulta trabajar. Este año he pasado más tiempo en el hospital que fuera de él”, confiesa.
Carlos lamenta la falta de opciones adaptadas en su entorno. “En Zamora, apenas hay restaurantes o tiendas que ofrezcan alimentos con texturas adecuadas. Además, si sumas la intolerancia al gluten, la situación se complica aún más”.
Sin embargo, destaca iniciativas como la de @benditadulzurazamora, que durante el Día de la Disfagia preparó bebidas y postres adaptados. “Fue muy emocionante poder disfrutar de esos postres a nuestra manera. Este tipo de gestos marcan la diferencia y ojalá más negocios se animen a hacer algo similar”, asegura. Carlos anima a restaurantes, pastelerías y cafeterías a incluir opciones adaptadas no solo para personas con disfagia, sino también para celíacos, diabéticos y otras condiciones.
Bendita Dulzura mantendrá las bebidas y las tartas se harán por encargo
El impacto de la disfagia trasciende lo físico. Carlos ha perdido peso y ha pasado meses alimentándose a través de una sonda nasogástrica. Pero lo más difícil, según él, es el aspecto emocional.
“Psicológicamente es peor que lo físico. Te cuestionas por qué te pasa esto, por qué no puedes tener una vida normal. Es un machaque constante que también afecta a las personas de tu entorno”, reflexiona.
La falta de información sobre la disfagia en la sociedad es un tema recurrente para Carlos. “Cuando explicas tu situación, muchas veces las personas no entienden. Incluso tras varias explicaciones, siguen haciendo preguntas como ‘¿Por qué no te funciona bien la garganta?’ o ‘¿Por qué te atragantas?’. Hay mucho desconocimiento”, afirma.
Carlos cree que es fundamental educar a la sociedad y facilitar productos. Además, destaca la importancia de la ayuda psicológica para las personas que viven con esta condición.
A quienes recientemente han sido diagnosticados con disfagia, Carlos les ofrece un mensaje esperanzador: “Aunque ahora todo parezca oscuro, los buenos momentos llegarán. Apóyate en tus seres queridos y no te rindas. La normalidad dentro de todo esto siempre encuentra su lugar”.
Carlos también quiere reconocer el papel del equipo médico que le ha acompañado en su proceso. “Agradezco a la planta de Neumología y Medicina Interna del por cuidarme y hacer que los días sean más llevaderos. Especialmente, quiero dar las gracias al Dr. Luis Miguel Palomar, cuyo esfuerzo y dedicación me ayudan a sobrellevar esta condición”.
Su testimonio es un llamado a la acción para que la sociedad se sensibilice y apoye a quienes enfrentan este desafío diariamente.