El drama de la Zamora vaciada continúa en forma de cierre de servicios que complican aún más el día a día de los vecinos del medio rural y, por consecuencia, el futuro de los pueblos. Los últimos datos dados a conocer por el Banco de España revelan que más de un centenar de municipios a nivel nacional han perdido su única sucursal, unos hechos que contribuyen aún más al aislamiento de las zonas más despobladas.
Y es que en el último año han echado el cierre un total de 16 oficinas en toda la provincia, lo que deja un mapa provincial cada vez más yermo de servicios y con menos de medio centenar de oficinas bancarias operativas, 48 en concreto frente a las 64 contabilizadas por el Banco de España a finales de 2021 y las 79 del primer trimestre del año pasado.
Los cierres en lo que va de año han afectado a Ferreras de Abajo, Almeida de Sayago, Lubián, Morales del Rey, Morales de Toro, Muelas del Pan, Quiruelas de Vidriales, San Cristóbal de Entreviñas, Santa Croya de Tera y a las que hay que sumar las seis oficinas que han dejado de estar operativas en Zamora y una de las dos oficinas que Unicaja mantenía en Benavente.
La situación es especialmente grave en Zamora, donde trece municipios se han quedado sin oficinas en lo que va de año. Se tratan de Ferreras de Abajo, Fuentelapeña, Vezdemarbán, Lubián, Manganeses de la Lampreana, Muelas del Pan, Morales del Rey, Arguijillo, Quiruelas de Vidriales, Rabanales, Riofrío de Aliste, Santa Croya de Tera y Palacios de Sanabria.
El mapa se reduce considerablemente y deja varios municipios con una única oficina para que sus vecinos puedan continuar realizando las gestiones pertinentes. Es el caso de Galende que se queda al borde del abismo con una única sucursal, uniéndose así a una lista en la que ya se encontraban Santa Cristina de la Polvorosa, Almeida de Sayago, Moralina de Sayago, Moraleja del Vino, Villaralbo, Coreses, La Bóveda de Toro, Villafáfila, Manganeses de la Lampreana, Santa Cristina de la Polvorosa, Burganes de Valverde, Santibáñez de Vidriales, Riofrío de Aliste y Fermoselle.
Las pérdidas han sido también importantes en otros puntos como Rabanales tras el cierre de Unicaja Banco y que se queda únicamente con la oficina de Caja Rural para atender a su medio millar de habitantes. Alcañices también ha notado el cierre de su cuarta oficina.
Tampoco la capital escapa al cierre de oficinas que, a lo largo del año, se han traducido en seis sucursales menos hasta un total de 31. Benavente también pierde una sucursal para situarse por debajo de la decena, mientras que Puebla de Sanabria, Toro y Fermoselle no experimentan cambios.
