En un contexto marcado por una “tormenta perfecta” de escasez de obra nueva, presión sobre el mercado del alquiler y financiación más barata, los precios han experimentado subidas vertiginosas en ciudades como Madrid (+25%), Valencia (+20,1%), Santander y Oviedo (ambas por encima del 18%). Sin embargo, Zamora nada a contracorriente, con un mercado mucho más contenido que la sitúa como último refugio para los compradores que huyen del descontrol inmobiliario.
Vivienda a mitad de precio que en el resto de España
Mientras en capitales como San Sebastián o Madrid se supera la barrera de los 6.000 y 5.600 €/m² respectivamente, Zamora no llega ni a los 1.300 euros por metro cuadrado. Este dato la convierte, con diferencia, en la capital de provincia más económica de España para adquirir vivienda de segunda mano, por debajo incluso de Jaén, Cuenca o Ciudad Real.
A nivel provincial, Zamora tampoco destaca por tensiones especulativas. El precio medio se sitúa en 1.104 €/m², con un ligero repunte anual del 1,2%, muy lejos de los incrementos de doble dígito que se registran en provincias como Murcia, Valencia o Málaga.
¿Última oportunidad antes de que el precio suba?
Aunque Castilla y León es la comunidad más asequible del país (1.226 €/m²), Zamora se mantiene como su baluarte más accesible. En un momento en que incluso localidades medias ven cómo el precio de la vivienda usada se dispara, el mercado zamorano ofrece una oportunidad única para jóvenes, familias o inversores que buscan estabilidad y calidad de vida.
Pero esta situación podría no durar mucho. El desequilibrio creciente entre oferta y demanda a nivel nacional y la mejora progresiva de las infraestructuras en la provincia podrían poner presión sobre los precios en el futuro.
El ámbito rural zamorano, donde aún se puede comprar una casa por menos de 20.000 euros
Pero si en la capital los precios son bajos, en el ámbito rural de la provincia el acceso a la vivienda se sitúa directamente en niveles insólitos. Casas por 10.000, 15.000 o 20.000 euros no son una rareza, sino una constante en buena parte de la provincia.
En pueblos del alfoz de Zamora, Sayago, Aliste, Tierra del Pan, Tábara o Sanabria, es habitual encontrar viviendas de dos plantas, con patio, bodega y terreno, por menos de lo que cuesta una cochera en una gran ciudad. La razón: la despoblación crónica, el abandono del campo y la falta de relevo generacional, que han dejado a decenas de municipios con más casas vacías que vecinos.
Para quienes buscan una segunda residencia, un refugio natural o incluso empezar una nueva vida alejada del estrés urbano, la provincia zamorana es una de las más asequibles de Europa occidental. Algunas iniciativas ya han comenzado a aprovechar este tirón, desde jóvenes que rehabilitan viviendas abandonadas hasta nómadas digitales que valoran el bajo coste y la conexión con la naturaleza.