La responsable de la Unidad de Violencia de Género de Zamora alerta de la complejidad de proteger a las víctimas en zonas rurales

Las autoridades reconocen las dificultades para aplicar medidas de protección en pueblos pequeños y confirman 249 casos activos de violencia de género en la provincia

Violencia de Género
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La provincia de Zamora vuelve a estar marcada por un brutal caso de violencia de género que ha dejado una mujer asesinada y una niña de cuatro años huérfana. El lamentable suceso, que ocurrió el pasado domingo, ha sacudido a la sociedad y ha despertado nuevamente la necesidad de seguir luchando contra esta lacra.

Durante una comparecencia oficial, la subdelegada del Gobierno y la secretaria general de igualdad ofrecieron sus condolencias y destacaron la gravedad del incidente. “Una vez más, una víctima de violencia de género. Esto significa que seguimos teniendo mucha tarea por delante”, afirmó la secretaria general, señalando la importancia de la educación como herramienta fundamental para combatir este fenómeno.

El agresor, quien ya contaba con denuncias previas y una orden de alejamiento, incumplió las restricciones impuestas por las autoridades. Según los datos facilitados, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado habían estado en contacto tanto con la víctima como con el agresor en los días previos al asesinato. Sin embargo, el hombre, descrito como un agresor persistente, logró quitarle la vida a la madre de su hija y a su pareja.

Este caso no es un hecho aislado. Marisa Manso, responsable de la Unidad de Violencia de Género de Zamora, confirmó que en Zamora hay 249 casos activos de violencia de género, de los cuales dos presentan un riesgo alto. Aunque las autoridades han subrayado los avances en la lucha contra la violencia machista, como la próxima implementación de la herramienta BIOGEN 2 para mejorar el seguimiento de los casos, no han ocultado la complejidad del fenómeno y la necesidad de una mayor concienciación social.

Manso también hizo hincapié en la entrega absoluta de las Fuerzas de Seguridad y el trabajo conjunto con las administraciones para prevenir más tragedias, aunque reconoció que en los pequeños pueblos, como los de la provincia de Zamora, es especialmente difícil garantizar que se cumplan las órdenes de alejamiento debido a la cercanía de las viviendas. En algunos casos, como explicó, se opta por prohibir al agresor el acceso al pueblo para proteger a la víctima.

Este nuevo asesinato pone en evidencia que la violencia de género sigue siendo un problema devastador que requiere medidas más eficaces y el compromiso de toda la sociedad. Como recordó la secretaria general, “mientras tengamos que seguir condenando actos como este, no podremos hablar de democracia ni de igualdad”.

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