martes. 23.04.2024
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El confinamiento vivido en la primavera de 2020, unido a una pandemia que ya se prolonga desde hace más de 14 meses ha llevado a muchos a replantearse sus prioridades y el estilo de vida. Un contexto, en el que los pueblos se revindican como la solución a la pandemia.
 
En el Día del Mundo Rural, los municipios han aprovechado para hacer gala de su riqueza cultural y, especialmente, de su conexión con la naturaleza, garante de una tranquilidad que el ser humano anhela y valora ahora más que nunca. 
 
Y es que el entorno rural, abocado hasta hace nada a su desaparición, ha visto en el estallido de la crisis derivada de la COVID-19 una oportunidad para asegurar el asentamiento de la población procedente de grandes urbes y que garantizaría su vez el futuro generacional. 
 
Ejemplos como el banco de viviendas de Sayago, o la apuesta de los vecinos de Tardobispo son sólo algunos de los casos de los municipios de Zamora que han apostado por abrir las puertas de sus hasta ahora deshabitadas casas a los “foráneos”, un gesto que está recibiendo una más que aceptable recogida pero que debe reforzarse con la apuesta decidida por mantener los servicios esenciales en el mundo rural como clave. 
 
Ejemplo también es Fuentesaúco, donde la población ha aumentado en el ultimo año 117 habitantes gracias al ‘baby boom’ que ha disparado los nacimientos un 90 %. 
 
Las instituciones y las empresas tienen aquí un gran papel que ejercer para dotar a los pueblos de la infraestructura necesaria así como de las conexiones adecuadas para asegurar el atractivo y el poder del entorno rural como una apuesta de futuro.
 

Los pueblos se revindican en su día como la respuesta ante la pandemia