La provincia de Zamora ha vivido entre el 1 y el 17 de agosto de 2025 una de las quincenas más sofocantes de su historia reciente. Según datos de @EnMet3 recogidos por analistas meteorológicos, la temperatura media de las máximas se ha situado en 38,6ºC, lo que supone una anomalía de +7,4ºC respecto a la media histórica de 1991-2020 para esas fechas (31,4ºC).
Este exceso térmico, cercano a los 8ºC de desviación, ha tenido consecuencias directas sobre el riesgo extremo de incendios forestales que asedian la provincia y sobre la salud pública, especialmente de los colectivos más vulnerables.
El calor desbordado que se ha instalado en Zamora no puede equipararse al “calor de toda la vida”, como algunos minimizan, sino que refleja un cambio climático tangible que multiplica los episodios de olas de calor y alarga su duración.
Los valores excepcionales de este agosto han coincidido con una concatenación de incendios forestales devastadores, que han puesto contra las cuerdas a la Sierra de la Culebra, Porto y Sanabria. Los equipos de extinción han señalado la dificultad añadida que suponen estas temperaturas, que reducen la humedad ambiental y favorecen la propagación explosiva de las llamas.
Además, desde el área de Sanidad de la Junta y el Ayuntamiento de Zamora se ha recomendado limitar la actividad física al aire libre, al constatar que la mala calidad del aire, sumada al calor, eleva el riesgo para la salud.
En definitiva, agosto de 2025 pasará a la memoria colectiva de los zamoranos como un mes abrasador, que no solo ha castigado con temperaturas insoportables, sino que también ha avivado una tragedia medioambiental de la que la provincia tardará años en recuperarse.