Esta última lobada supone ya la cuarta en lo que va de mes de noviembre.
Estamos hablando de ovejas puras de raza autóctona castellana churra, amparadas bajo Indicación Geográfica Protegida y Denominación de Origen, y cuyo valor económico es de aproximadamente 600 euros por cabeza, teniendo en cuenta lo que vale la madre y el cordero que lleva cada una de las muertas en su vientre.
Ante el drama que está viviendo este productor, la Alianza UPA-COAG exige actuaciones y que la Junta de Castilla y León no mire para otro lado. Los daños económicos son elevadísimos, suponen un quebranto en lo patrimonial del ganadero afectado y un desasosiego llevado al límite cuando los ataques los sufre casi a diario con el temor y nerviosismo llevado al extremo de que nuevas lobadas se produzcan en cualquier momento y acaben arruinando su modélica explotación familiar.