Tras una primera reunión con la delegada de la Junta, Clara San Damián, las organizaciones agrarias de Zamora evidenciaron sus críticas a la gestión de la Consejería de Medio Ambiente en el incendio de la Sierra de la Culebra, el mayor del siglo en España con 31.000 hectáreas quemadas.
ASAJA, UCCL, COAG y el representante de los apicultures zamoranos coincidieron en que fue un "error" no activar el nivel alto de incendio, recalcaron la falta de medios de extinción pero, sobre todo, coincidieron en que este desastre se lleva "gestando" décadas con una Ley de Montes obsoleta, la desaparición de la agricultura extensiva y la falta de limpieza de maleza durante el invierno.
También coincidieron en que, aunque con "buena intención", se obligó a evacuar a toda la población de los pueblos afectados por el fuego, un error "cuando hay gente válida que puede ayudar a apagar los incendios porque conocen el terreno".
El presidente de ASAJA, Antonio Medina, muy indignado, fue más allá y aseguró que "tenemos derecho a defender nuestras propiedades y si morimos es nuestra responsabilidad". Y dejó claro: "Prefiero morir que dejar quemar mis animales".
El presidente de GOAG, Lorenzo Rivera, considera que tras el desastre ecológico ahora hay que ayudar a los 31 ganaderos y 30 apicultores de la zona afectados y "aprender de los errores", por lo que instó a la Junta a actuar más rápido y con más medios cuando se produzca un incendio.
El representante de ASAJA valoró las medidas y ayudas urgentes que se están tomando desde la Junta y la Diputación de Zamora, pero hizo hincapié en que lo importante es que esas ayudas continúen en el tiempo, que nadie "se olvide de lo que ha ocurrido" porque esta catástrofe "no se revierte en un día".
"Pasarán décadas", subraya Francisco Alonso, de Apis Durii, muy emocionado al relatar las consecuencias del fuego para los apicultores, ya que las abejas, sin flora, no podrán producir miel al menos en 5 años.
Cerró la rueda de prensa el presidente de UCCL, Antonio Jesús Rodríguez, que remontó los "errores de gestión" a hace más de 40 años con una Ley de Montes que incluye "muchas limitaciones", la desaparición de la ganadería extensiva, con plantaciones que no deberían "haber estado en esta zona", mal mantenimiento de los montes, aunque estimó que el "mayor error" fue no activar el nivel alto de incendios.
Las organizaciones agrarias también criticaron la actitud de algunos grupos ecologistas, "no hemos visto a ninguno, no han venido a ayudar", señalan, por pretender que "el monte sea una selva". "Dejar quemar los animales también es maltrato", recalca Antonio Medina. "Es muy bonito hablar y criticar, pero los que estuvimos con motosierra y desbrozadoras apagando el fuego fuimos nosotros", zanjó Paco Alonso.
