Un año más, la Unión de Mujeres Agricultoras y Ganaderas y sus asociaciones integradas, entre ellas ISMUR Castilla y León, se hacen presentes en medios, redes y foros para celebrar esta fecha tan significativa y felicitar a todas las mujeres que, desde distintos rincones, trabajos y sectores, continúan luchando por la justicia y la visibilidad en el ámbito rural.
El camino no ha sido fácil. Desde hace casi dos décadas, estas organizaciones han trabajado intensamente para lograr que la voz de las mujeres rurales sea escuchada en todos los espacios de decisión. “De casi la nada hemos conseguido, en gran medida, el reto que nos marcábamos en cuanto a trabajo para estar presentes y hacer que se oyera nuestra voz allá donde hubiera que estar”, subrayan desde ISMUR CyL.
La reivindicación cobra aún más fuerza con las palabras recientes de Sima Bahous, Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, quien destacó que “en los lugares donde se ha priorizado la igualdad de género, las economías y sociedades han avanzado enormemente. Las inversiones específicas en igualdad de género tienen este potencial transformador. Con solo cerrar la brecha digital de género, se beneficiaría a 343,5 millones de mujeres y niñas en todo el mundo, 30 millones de ellas saldrían de la pobreza para 2050 y se sumarían 1,5 billones de dólares al PIB mundial para 2030”.
En el ámbito agrario español, las mujeres siguen estando infrarrepresentadas en espacios clave: con dificultades para acceder a tierras, puestos de responsabilidad en organizaciones agrarias o consejos rectores de cooperativas, y con menos poder de decisión en cuestiones tan relevantes como precios, condiciones laborales o seguridad alimentaria. A menudo, no se trata de una negativa directa, sino de obstáculos estructurales y de una carga de trabajo no compartida que limita su participación. Muchas deben elegir entre una visibilidad que implica un gran esfuerzo personal o una invisibilidad que les permite “vivir sin perecer”.
Desde la Unión de Mujeres Agricultoras y Ganaderas y ISMUR CyL se reafirma el compromiso de seguir luchando por la igualdad real en el medio rural, por el reconocimiento del papel esencial de las mujeres rurales y por un futuro en el que su trabajo, su voz y su liderazgo tengan el lugar que merecen.