Mayte Martín Pozo, zamorana, licenciada en derecho, atlética confesa, semana santera de pro y madre orgullosa de una hija tal y como reza su perfil en las redes sociales ha cumplido los primeros 365 días de mandato al frente de la Diputación de Zamora.
Por ello, atiende a Zamora News para hacer un balance de estos primeros doce meses al frente de una institución cuestionada por algunos partidos y en la que el trato de tú a tú es más que necesario.
PREGUNTA: Hace un año de su toma de posesión como presidenta de la Diputación, ¿cuál es el balance de este año?
RESPUESTA: El balance es positivo, porque esto es un aprendizaje, un máster acelerado. Yo nunca había estado en un puesto de primera línea política como es este y meno en la administración local, por es un año de aprendizaje enorme, de un mayor conocimiento de la provincia desde el punto de vista de la Diputación, con cosas buenas, con cosas no tan buenas, con momentos de alegría y con momentos muy angustiosos, pero siempre conservando la ilusión y las ganas de trabajar. Para mí es muy gratificante el contacto con la gente del mundo rural, siempre me ha gustado y estoy encantada de cuando visito los municipios tener contacto directo con la gente.
P.: Echando la vista atrás, ¿cómo fue esa llamada o reunión en la que le comunicaron que sería la sucesora de Fernando Martínez Maíllo?
R.: Yo sabía que estaba en la lista de suplentes, y cuando nombraron a Fernando y él dice que es incompatible y que va a dejar la diputación, yo sabía que de diputada provincial terminaría entrando porque estaba en la lista, pero de tenerme que hacer cargo de la Diputación la verdad es que no lo pensaba. Cuando llamé a Fernando Martínez Maíllo para felicitarle por el nombramiento de vicesecretario de Organización, no se me que quitaba la sonrisa de la cara como amiga que soy y sigo estando muy contenta de que una persona como él este al frente de un puesto de tanta responsabilidad; y fue al día siguiente cuando él me llamó y me lo planteó.
P.: ¿Tuvo dudas a la hora de aceptar el cargo?
R.: Yo al presidente, no le podía decir que no. Las cosas se contestan y se dicen en función de quién te las pida, y cuando un amigo te pide algo, si puedes lo haces.
P.: Y a su familia, ¿le costó mucho adaptarse al nuevo su nuevo puesto de trabajo ?
R.: Pues mira mi hija estaba ya acostumbrada a las ausencias porque yo pasaba tres días a la semana en Madrid, lo cual para ella el cambio no ha sido tan grande, quizá ha sido un cambio a mejor porque me tiene todos los días en casa, así que le dedico más tiempo. Ella sabe que me tiene aquí al lado, que si hay un problema y yo puedo ir. Al principio no le gustó, pero luego lo va entendiendo, lo va comprendiendo y cuando la gente en la calle te para y te anima pues también ella se siente orgullosa.
P.: ¿Cómo ve el papel de la mujer en la política?
R.: Afortunadamente, nuestro partido no habla de cuotas, habla de igualdad de oportunidades. Yo no quiero que me regalen nada por ser mujer pero tampoco que me en las quiten por el hecho de serlo como todavía pasa en algunas cuestiones y en determinados ámbitos de la sociedad. El problema que podemos tener las mujeres en el campo de la política no es tanto el acceso ni a puestos políticos ni a puestos de responsabilidad, sino la permanencia. La conciliación es un problema y para mí resultó muy duro estar en Madrid cuatro años, era una oportunidad buenísima y una experiencia inolvidable pero un coste personal importante. Hay que conciliar pero las mujeres nos lo echamos todo a la espalda y aunque te quieran echar una mano en los temas de la casa, hay cosas que sólo son de la madre.
P.: ¿Cómo es el día a día en la Diputación de Zamora?
R.: Hay un buen ritmo de trabajo, no te puedo decir que es frenético por que la administración lleva sus tiempos, pasos y trámites, pero si hay volumen de trabajo. Nosotros hemos incorporado personal nuevo, en la medida de las posibilidades que nos deja el régimen legal que tenemos porque hace falta. Empezamos a funcionar a las 8:30 y a los alcaldes los recibimos por la tardes, al igual que hacemos con colectivos o personas a las que no podemos recibir por la mañana.
P.: ¿Echa de menos más colaboración de algunas Alcaldías o la relación es siempre positiva?
R.: Yo no tengo todavía ninguna queja de ningún alcalde. Siempre hay algunos que son más demagogos o más políticos que otros, pero se cuentan con los dedos de una mano. La relación con los alcaldes es fluida, es muy buena.
P.: El nuevo panorama político ha puesto en entredicho la continuidad de las Diputaciones, ¿cómo explicar la importancia de que continúen?
R.: Yo no creo que el nuevo panorama político ponga en duda o en juicio el papel de las diputaciones. Va a ver un gobierno del Partido Popular, estoy convencida y para el Partido Popular las diputaciones son incuestionables. Para cualquier persona con conocimiento de causa y hable de provincias como Zamora, o como las que hay en Castilla la Mancha, Extremadura y Castilla y León, Galicia.....Todos los servicios que se prestan al mundo rural desde las diputaciones no se podrían asumir por ninguna otra administración, porque es la más cercana y si se asumieran por otra administración, el ahorro que se presupone no tal, los servicios hay que seguirlos prestando. Hay que actualizar, modernizarlas, ¡por supuesto¡. Pero estamos hablando de prestar servicios a los ciudadanos del medio rural que tienen el mismo derecho que los que viven en el medio urbano de tener unos servicios públicos de calidad. Los gobiernos intermedios son los que llegan a los ciudadanos.
