Pero, ¿cuánto entendemos realmente de esta tecnología que ya organiza nuestra agenda, selecciona lo que vemos en redes sociales y hasta puede escribir poemas? Emily K. Dawson quiere acercarnos a ese mundo invisible, pero presente en su nuevo libro "IA en la vida cotidiana", un ensayo accesible y lleno de ejemplos prácticos sobre cómo la IA se ha colado en nuestra rutina sin que nos demos cuenta.

Dawson es periodista tecnológica e investigadora en innovación digital y comunicación; su carrera ha girado en torno a analizar el impacto social de la tecnología, con especial atención a la educación, la ciberseguridad y la evolución del periodismo en la era digital. Con formación en periodismo por la University of Texas at Austin, ha sabido unir distintas disciplinas para explorar el universo digital con mirada crítica y humana.
En esta entrevista, Emily nos habla sobre su nuevo libro, los retos que plantea la inteligencia artificial y cómo podemos aprender a convivir con esta nueva realidad sin perder de vista nuestra capacidad de decidir.
¿Por qué escribir un libro sobre inteligencia artificial “cotidiana”?
Dawson confesó que la motivación principal fue el vacío que notaba entre los grandes debates sobre IA y la comprensión que tiene la mayoría de la gente sobre esta tecnología. “Se habla mucho de algoritmos, de ChatGPT, de coches autónomos… pero pocas veces explicamos de manera clara cómo afecta esto a nuestra vida real”, aclaró.
Para ella, era necesario crear un puente entre la tecnología y el ciudadano común, con un lenguaje sencillo pero sin caer en la trivialización: “Quería que cualquier persona pudiera entender qué hay detrás de una recomendación de Netflix o por qué a veces una aplicación sabe antes que tú cuándo estás enfermo”
¿La IA está en todos lados?
La respuesta para Dawson, es que sí, y cada vez más. En su libro, dedica capítulos enteros a mostrar cómo la IA opera en segundo plano en actividades tan básicas como hacer la compra online, escuchar música o usar el GPS. “Incluso cuando escribes un correo electrónico y el corrector te sugiere frases completas, estás interactuando con inteligencia artificial”, advirtió.
Lo que más le preocupa, sin embargo, es que muchas veces no somos conscientes de ello, ya que “vivimos rodeados de sistemas que toman decisiones por nosotros, o que al menos condicionan nuestras decisiones. Y eso tiene implicaciones éticas importantes”.
¿Cuáles son los riesgos de esta integración invisible?
Aunque el tono del libro es accesible, no elude los temas espinosos. La autora dedica un buen número de páginas a reflexionar sobre la pérdida de privacidad, la automatización del trabajo y el riesgo de sesgos en los algoritmos. “No se trata de demonizar la tecnología, sino de entender sus límites y aprender a cuestionarla”, comentó Emily.
Uno de los ejemplos que comparte en la entrevista es el uso de IA en procesos de selección de personal: “Hay sistemas que descartan currículums automáticamente porque no incluyen ciertas palabras clave. Eso puede dejar fuera a personas perfectamente válidas solo por no saber cómo funciona el algoritmo”.
También mencionó la preocupación creciente por los llamados “filtros burbuja”, esos mecanismos que personalizan tanto la información que recibimos que nos aíslan de otras perspectivas. “La IA tiende a reforzar nuestros sesgos, no a desafiarlos. Y eso afecta cómo entendemos el mundo”, afirmó.
¿Y qué pasa con la educación?
Uno de los capítulos más potentes del libro, según Dawson, es el que analiza el impacto de la IA en el ámbito educativo. Desde el uso de plataformas que adaptan el contenido al ritmo del estudiante, hasta los dilemas sobre el uso de ChatGPT para hacer tareas, la autora plantea preguntas que aún no tienen respuestas claras. “Estamos ante una transformación profunda del modelo educativo. Los docentes necesitan herramientas y formación para entender cómo integrar estas tecnologías sin perder el foco pedagógico”, señaló. Para ella, es fundamental que el desarrollo de la IA en educación esté guiado por principios éticos y por una mirada crítica.

¿El periodismo también está en juego?
Como periodista, Dawson no podía dejar fuera del libro el tema de la desinformación. La capacidad de la IA para generar textos, imágenes y hasta voces falsas plantea cuestiones para los medios y para la sociedad: “Los llamados deepfakes o la generación automática de noticias falsas ponen en jaque la credibilidad de la información”.
Para ella, el rol del periodista no desaparece, pero sí cambia. “Tenemos que ser más verificadores que narradores. Y también necesitamos educar a las audiencias para que aprendan a detectar manipulaciones”, comenta Emily.
Un libro para pensar sin complicarse
“IA en la vida cotidiana” no es un manual técnico ni un tratado filosófico. Es una invitación a mirar con otros ojos el mundo que ya habitamos, uno donde los asistentes virtuales, los algoritmos y los datos forman parte de nuestra realidad diaria. Con un estilo cercano y muchos ejemplos concretos, Emily Katherine Dawson nos da una guía imprescindible para entender el presente… y prepararnos para el futuro.
Porque, como ella misma dice al final de la entrevista: “El futuro ya está aquí, solo que a veces no nos damos cuenta”.