Recientemente, han surgido inquietudes a raíz de los datos proporcionados por la Dirección General de Tráfico (DGT) sobre las inspecciones realizadas en el transporte escolar. Se informó que de las 13 inspecciones llevadas a cabo, se registraron 11 sanciones o peticiones repartidas entre los 11 casos examinados, lo que generó preocupación entre algunos sectores.
Sin embargo, es importante aclarar que estas sanciones no implican necesariamente una falta de autorización o un peligro para la seguridad de los niños. La delegada territorial de movilidad ha salido al paso de estas preocupaciones, destacando que todas las empresas de transporte escolar deben contar con la autorización correspondiente y que los padres pueden estar tranquilos al respecto.
Es crucial entender que las sanciones mencionadas son expedientes que aún están en tramitación y que no se ha confirmado ninguna falta de autorización. Por ejemplo, algunas de las sanciones se debieron a la falta de presentación de la autorización especial para el transporte público escolar, aunque las empresas en cuestión sí estaban autorizadas, simplemente no presentaron la documentación requerida en el momento de la inspección.
Otras cuestiones, como la falta de hojas de reclamaciones visibles o carteles obligatorios, no representan un riesgo para la seguridad de los niños. Incluso en el único caso en el que se mencionó la falta de un acompañante, la empresa aseguró que sí estaba presente, y se está verificando esta información para responder adecuadamente.
Es importante subrayar que estas inspecciones están destinadas a garantizar la seguridad y el cumplimiento de las normativas en el transporte escolar, pero no han revelado ninguna falta de seguridad hasta el momento. Los padres pueden estar seguros de que sus hijos están siendo transportados con todas las garantías de seguridad necesarias.
