Este domingo se ha dado por inaugurada una exposición de retrato fine art creada por la fotógrafa Susana Cabana sobre los incendios de la Sierra de la Culebra y Losacio, que asolaron el pasado verano las comarcas zamoranas de Tábara, Aliste, la Carballeda y los Valles. El evento contó con la presencia de Antonio Juárez, alcalde del ayuntamiento de Tábara, de Paquita Gutiérrez, concejala de cultura del ayuntamiento Tabarés, algunas de las personas que salen en las fotos y miembros del grupo de voluntariado Todos Contra el Fuego, para el que además Susana ha colaborado en numerosas ocasiones.
Con esta exposición a la que seguirán más en diferentes lugares de la provincia, la fotógrafa pretende dar esperanza y que con el paso del tiempo no se olvide esta tragedia, esa será la única forma de que no se vuelva nunca más a repetir.
Durante un mes, esta exposición itinerante que ahora acoge el Centro de interpretación de los Beatos de Tábara, irá recorriendo diferentes lugares de Zamora, para que aquellos que sólo se imaginan como pudo ser la tragedia, puedan ver cómo el fuego consiguió arrasar uno de los pulmones de nuestra provincia que representaba un entorno medioambiental que difícilmente volveremos a ver.
Con este evento, se cerraba la primera parte del proyecto que Susana está realizando después de los incendios que consistía en la elaboración de un calendario para el año 2023, en el que a través de las imágenes podemos ver los diferentes subsectores de actividad económica en los que incidido directamente este incendio. El resultado, a falta de recoger los calendarios en algunos puntos, Susana Cabana confirmó que se habían adquirido más del 90% de los calendarios impresos, cuyo importe será destinado al fondo que Caja Rural de Zamora, ha ido obteniendo en diferentes acciones de esta entidad, para distribuirlo a los afectados de forma directa por los incendios y a lo largo de la próxima semana, se hará entrega de lo obtenido para que esta entidad, preocupada por el desarrollo de nuestra provincia, lo emplee destinándolo a quienes ellos consideran que son las personas y actividades más necesitadas.
También asistió a esta inauguración Chema Mezquita, presidente de la Coordinadora Rural de Zamora, colectivo que viene incidiendo en la preocupante situación de nuestro entorno natural y además de sumarse a este acto, quiso manifestar la opinión que el colectivo que preside tiene sobre este problema, el cual adjuntamos a continuación:
Ecos de los incendios: No olvidar las responsabilidades y las compensaciones.
Los ecos de los incendios sufridos en la Sierra de la Culebra y las comarcas aledañas parecen cada vez más lejanos. Ecos de protestas e indignación ante la desgracia que se cebó con las comarcas del corazón forestal de nuestra provincia. Ecos que, pasado un tiempo, son las laderas calvas, los árboles calcinados y sus cenizas quienes nos recuerdan el infortunio sufrido.
Desde la Coordinadora Rural Zamora, creemos que es importante no se ensordezca y difumine lo ocurrido en nuestra provincia. Por eso son importantes acciones como la que se ha realizado en Tábara con la inauguración de la exposición fotográfica de Susana Cabana “Semillas en cenizas abandonadas”. Una exposición en la que se podrá recordar y valorar lo que sucedió este fatídico verano, así como lo acontecido en los siguientes meses. Unos hechos que hipotecarán nuestra provincia durante muchos años.
Por este motivo, en la Coordinadora Rural, seguimos siendo muy críticos y reivindicativos con lo sucedido y con la gestión forestal y de incendios por parte de la Junta de Castilla y León. Seguimos exigiendo las responsabilidades que no se han asumido por parte de quien tiene las competencias en materia forestal desde hace décadas.
Exigimos responsabilidades, porque los incendios han empobrecido a las comarcas, a sus municipios y a sus habitantes con la pérdida de un patrimonio natural que constituía una fuente de riqueza e ingresos para las mismas.
Para ello pongamos el ejemplo de la madera de pino que se ha quemado, miles de hectáreas de riqueza calcinada, en la que sus dueños se ven obligados a retirar de sus fincas y a malvenderla a prisas en un mercado saturado de madera quemada cuyo precio se ha desplomado. Una pérdida patrimonial consecuencia de los incendios que debería ser compensada a los afectados, tanto particulares como institucionales. Una labor de compensación que tendría que recaer en quien tiene las competencias, en la Junta de Castilla y León.
Incluir esta compensación por las pérdidas de ventas de madera que, aunque suponga un importante desembolso por parte de la Junta de Castilla y León es imprescindible para que se asegure que la riqueza desaparecida tras los incendios, y los recursos que han salido de nuestra tierra, vuelvan a ella con unos precios y ayudas justas para todas las personas afectadas.
