No es la Rue Petit Champlain de Quebec, la Grand Rue de Colmar (Francia) ni la Dyker Heights de Brooklyn, pero su encanto conquista igualmente. Los vecinos de la calle Rufino Villalobos, en el municipio de Moraleja del Vino, se han empleado a fondo para convertir las entradas a sus viviendas unifamiliares en toda una oda a la Navidad.
Una decoración uniforme con las puertas de los garajes teñidas por la nieve y decoradas con muñecos, cascanueces escoltando las entradas a las casas, cortinas de luces LED colgando de los tejados y guirnaldas adornadas con bastones de caramelo conforman sólo algunos de los elementos que se pueden disfrutar durante estos días en este municipio situado a apenas 10 minutos de la capital zamorana.
Un esfuerzo que ya forma parte de años de tradición en la que los vecinos aúnan fuerzas con tal de convertir su calle en una mini villa al estilo de Laponia.