La imagen de la devastación a través de las colmenas: los apicultores zamoranos buscan nuevos asentamientos

Es el caso de otros emprendedores que buscan parcelas entre Litos y Santa Croya de Tera para poder instalar allí las colmenas que no han sido pasto de las llamas

Peticiones de ayuda realizadas a través de todas las redes sociales que también se están topando con la cara más solidaria de la población

Colmenas de La miel de Laura arrasadas por el fuego de Losacio
photo_camera Colmenas de La miel de Laura arrasadas por el fuego de Losacio

"Hemos dudado si publicar estas imágenes, porque el simple hecho de verlas nos produce una sensación de dolor indescriptible, pero creemos que es necesario visibilizar todo lo que ha ocurrido. Donde antes había una naturaleza viva, pura, el hogar de nuestras queridas abejas que tanto nos dan; ahora es un paisaje negro, lleno de ceniza, inhabitable e impregnado de un olor a humo que permanecerá mucho tiempo". 

Es el mensaje de dolor lanzado por la marca "La miel de Laura", instalada en Escober de Tábara. El fuego arrasó con las colmenas asentadas en el término municipal, lo que ha hecho que algunos apicultores estén buscando nuevos asentamientos para poder continuar ofreciendo a las abejas un hábitat alejado de la ceniza y la devastación.

Es el caso de otros emprendedores que buscan parcelas entre Litos y Santa Croya de Tera para poder instalar allí las colmenas que no han sido pasto de las llamas. Peticiones de ayuda realizadas a través de todas las redes sociales que también se están topando con la cara más solidaria de la población. Sólo en la página de Somos Zamora ya se han ofrecido tierras en Mombuey o Montamarta. 

Mientras comienza a llegar la ayuda urgente a través de las instituciones, los apicultores tratan de ser optimistas: "Saldremos adelante. Pero ahora, este es el resultado del incendio que comenzó el pasado 17 de julio, el día que cambió nuestra vida, la vida de cientos de personas que vivimos en aquella que llaman la España Vaciada, pero que NO ESTÁ VACÍA". 

La indignación es evidente y da paso a reflexiones que han pasado a formar parte de nuestro día a día, en una Zamora asolada por los incendios en un verano de auténtico infierno que parece no tocar a su fin: "¿Qué harían las ciudades sin el trabajo del campo? Lo ocurrido ha de hacernos reflexionar y creemos que hay que comenzar por esta pregunta".

Acabamos con un nuevo agradecimiento a todos los que nos seguís y os estáis preocupando por nosotros.

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