El Ayuntamiento de Venialbo celebró este sábado una exposición en homenaje al último alfarero de Venialbo, Apolinar González. Una muestra que quiere ensalzar el recorrido de este vecino que se dedicó a promulgar la tradición y las raíces. Que vivía entre barro.
Realizaba sus labores con tornos movidos con el pie, dándole la inercia suficiente para girar constantemente, a pesar de la presión y el freno que ejercía él sobre el barro. El último de Venialbo dejó su oficio en 1975. Su pasión era la alfarería, pero realizaba principalmente grandes tinajas para el vino, aunque también cántaros, ollas y pucheros.
La presentación del acto corrió a cargo de Donelis Almedia, conocedor de su figura y que compartió con él sus primeros pasos de ceramista. Además, los asistentes pudieron disfrutar de cuencos, platos o botijos realizados a mano. Desde el amor.