Con el rugido de los motores y el eco de los cencerros aún en la memoria, la localidad calienta motores para una de sus celebraciones más queridas y esperadas, donde los toros tienen un papel protagonista. La Comisión de Fiestas junto con el Ayuntamiento ha preparado un cartel que no dejará indiferente a nadie, con encierros a caballo, novilladas, un gran festival taurino y hasta un concurso de recortadores con los mejores especialistas del momento.
Un fin de semana para sentir Fermoselle
El pistoletazo de salida llegará en la madrugada del viernes 22 con la ya mítica "Disco Vaca" a la 01:00 h en la Plaza de Toros, un clásico que fusiona música y tradición para calentar el ambiente de cara al fin de semana.
El sábado 23 arrancará fuerte con un encierro a caballo a las 11:00 h algo recuperado el año pasado y que ha devuelto las tradiciones a los follacos, un encierro que recorrerá el tramo desde Prado Valle las Huertas hasta culminar con la tradicional capea. Pero el plato fuerte llegará a las 19:00 h, con una gran novillada sin picadores, donde se lidiarán cuatro novillos de Ruiz Meléndez para dos jóvenes promesas del toreo: Esteban Molina y Antonio Santana.
Domingo y lunes, más emoción
El domingo 24, a las 10:00 h, el encierro saldrá desde San Albín, y por la tarde, a las 18:30 h, tendrá lugar uno de los eventos más vibrantes y esperados: el Concurso de Recortadores con cuatro novillos de La Herguijuela. Saltos, quiebros y valor a raudales en una cita que siempre deja imágenes para el recuerdo.
Las fiestas se cerrarán el lunes 25 de agosto por todo lo alto, con otro encierro a caballo por la mañana y, a las 19:00 h, el gran colofón: un festival taurino sin picadores con reses de Sánchez Arjona. En el cartel, dos figuras que levantan expectación: el triunfador de Madrid y Bilbao, Damián Castaño, y el torero zamorano que pisa fuerte, Manuel Diosleguarde, que vuelve a Fermoselle como profeta en su tierra.
Unas fiestas con sabor auténtico
La plaza de toros de Fermoselle volverá a llenarse de emoción, de pasodobles, de vítores, y también de respeto por una de las tradiciones más arraigadas de la villa. Con precios populares (abonos desde 45 euros, entradas desde 5 euros), el ambiente está garantizado para disfrutar en familia o entre amigos.
Y entre festejo y festejo, qué mejor que perderse por las callejas empedradas, asomarse a un mirador sobre el Duero o descender a alguna de las mil bodegas excavadas en la roca donde el vino fluye como parte del alma fermosellana.
Este agosto, Fermoselle invita a vivir la fiesta en su máxima expresión, con sol, toro, música y mucha hospitalidad. ¡Nos vemos en los toros!
