Este año, muchas personas ponían especial intéres en lo de ocurría en el encierro campero de Villarrín.
Después de una semana de tira y afloja entre los jinetes de la provincia sobre asistir o no al encierro de Villarrín, fueron una veintena de ellos los que se negaron a seguir con boicot que estaba previsto.
El boicot por parte de una gran mayoría de los jinetes zamoranos se debía a una supuesta denuncia que la Guardia Civil interpuso a uno de ellos el pasado año.
El encierro comenzaba a la hora prevista con un distendido aplauso de la gente presente a los jinetes que apostaron por el encierro campero del municipio de Tierra de Campos.
Después del pequeño e improvisado homenaje, dos novillos negros de la Ganadería Hermanos Bragado se soltaron en las tierras próximas al pueblo, convirtiendose en los protagonistas dada su bravura.
El encierro se saldó con dos personas heridas leves y daños materiales a varios vehículos por parte de los astados.
