La propagación de la enfermedad hemorrágica epizoótica avanza sin ningún tipo de piedad por la provincia ante la falta de una vacuna. Hasta el momento 346 explotaciones se han visto afectadas por la situación en Zamora y ya son 6.398 las cabezas de ganado vacuno que presentan síntomas de EHE, de las cuales 540 han fallecido a fecha del 6 de octubre. Ello deriva en un 16% de mortalidad.
Desde la Junta de Castilla y León se están buscando otra sintomatología además de la muerte, como terneros que fallecen al nacer o abortos, según ha avanzado la delegada territorial, Leticia García.
De igual modo, se está buscando un esfuerzo para poner en marcha medidas económicas para los ganaderos “a la espera del Gobierno de España”.
La enfermedad hemorrágica epizoótica es una enfermedad vírica infecciosa no contagiosa transmitida por vectores que afecta a rumiantes domésticos y salvajes. En el ganado vacuno puede producir clínica moderada y autolimitante durante unas dos semanas. El ganado ovino es susceptible a la infección, pero poco a la enfermedad clínica, y el caprino es muy poco susceptible a la infección. Es una enfermedad que afecta a los ciervos, y puede afectar también a gamos y corzos.
Una de las medidas que se recomienda para el control de la enfermedad consiste en la lucha vectorial, mediante el empleo de insecticidas y repelentes en animales, medios de transporte e instalaciones, así como el uso de insecticidas y larvicidas para el control de las posibles zonas de cría. Para garantizar una desinsectación eficaz es necesario, entre otros aspectos, usar un insecticida que sea efectivo frente al vector en cuestión.