Los ecologistas de Zamora han mostrado su preocupación ante el incremento de las macroplantas de biometano en la provincia de Zamora; "un paso más para convertir nuestra provincia en un estercolero, una neocolonia de la UE vaciada de población. Han sido precisamente las subvenciones las que han convertido un sector rechazado por la patronal porcina como no viable económicamente para sus purines, en un gran negocio por el que pujan las grandes corporaciones energéticas y los principales fondos de inversión".
El biometano no es otra cosa que el biogás mejorado en su porcentaje de metano para resultar similar al gas natural. Por eso resulta fundamental instalar las plantas de producción en la proximidad de la red de gasoductos, que atraviesan Zamora en los ejes Salamanca-Zamora-Benavente, y Zamora-Toro-Valladolid. Biogás y biometano se elaboran a partir de basura orgánica mediante un proceso de fermentación en condiciones anaeróbicas (sin oxígeno). El residuo es un pestilente lodo llamado digestato, que nada tiene que ver con el estiércol o el compost.
Las posibles basuras orgánicas a utilizar en la provincia serán "fundamentalmente los residuos de la ganadería industrial -purines y gallinaza-, los lodos de las depuradoras, los residuos de mataderos e industrias alimentarias, y en algunos casos cultivos energéticos o desechos agrícolas". Aunque la tecnología no es nueva y se viene usando en algunos lugares para su aprovechamiento energético en forma de calor en las propias instalaciones, ha sido a raíz de la guerra de Ucrania cuando la Unión Europea puso en marcha el Plan REPowerEU, donde se establece un Plan de acción sobre el biometano con incentivos financieros para aumentar de forma espectacular su producción.
El anuncio de "esta piñata de fondos es el responsable de que en Castilla y León, que cuenta con solo dos plantas en su territorio, las grandes empresas se froten las manos y hablen de nada menos que 520 plantas de biometano en la Comunidad. La propia Junta está elaborando un Plan Estratégico del Biogás en el que la ganadería industrial tendrá un protagonismo fundamental".
En lo que hace a Zamora, se conocen varios proyectos en distinto nivel de elaboración. El más adelantado, del que han dado noticia los medios, es el de Cerecinos de Campos. Entre "el secretismo con el que se está gestando esta burbuja, Ecologistas Zamora tiene noticias de otros en elaboración en El Cubo del Vino y Granja de Moreruela, donde ya está en marcha también una planta generadora de hidrógeno verde. En Villalube la empresa soriana Solarig hizo una jugosa oferta en firme por unos terrenos en la linde con Matilla la Seca, pero sus propietarios desistieron por motivos éticos y por los graves perjuicios que supondría para ambos pueblos".

Desde Ecologistas Zamora "sabemos por experiencia que la mejor forma de parar estas invasiones es en sus fases iniciales, cuando aún no se han cerrado los contratos o iniciado las obras, lo que explica el secretismo con el que se están acelerando los trámites en los últimos meses y semanas".
Por eso "hacemos un llamamiento a los vecinos para que antes de tomar una decisión se informen, se unan en plataformas y organicen actos explicativos con personas y organizaciones independientes. Que no sea su silencio el que facilite que estos proyectos tan nocivos para el medio rural sigan adelante sin cortapisas. Que no nos engañen las empresas, que una cosa son las pequeñas instalaciones para el aprovechamiento de los residuos de pequeñas comunidades o instalaciones agrícolas y ganaderas, produciendo biogás para esas mismas instalaciones, algo a lo que se negaban hasta ahora los promotores de macrogranjas, y otra muy diferente son estos grandes proyectos para captar subvenciones y dejar en los pueblos lodos contaminantes, malos olores y chatarra industrial a la vuelta de unos años".