El presidente de la Diputación de Zamora, Javier Faúndez Domínguez, ha presentado este jueves el Plan de Reparación de Caminos Rurales Asfaltados, una iniciativa que responde a una demanda histórica de numerosos ayuntamientos de la provincia. Con una inversión total de siete millones de euros, el plan se desarrollará durante 2025 y 2026 y supone un salto cualitativo en la conservación de infraestructuras rurales.
En rueda de prensa, Faúndez destacó que, tras haber atendido las carreteras provinciales y los puentes pendientes, la Diputación da ahora “un paso más” para abordar el mantenimiento de caminos rurales asfaltados, que muchos municipios consideran vías tan importantes como las carreteras. “Este plan es una de las ayudas más esperadas y necesarias para mantener la conectividad y el desarrollo rural”, señaló.
El presupuesto asignado contempla cinco millones de euros para este año y dos millones para 2026, configurando así un programa bianual que será gestionado mediante un contrato de firmes adjudicado por la institución provincial. De esta forma, la Diputación no entregará dinero a los ayuntamientos, sino que ejecutará directamente las obras a través de una licitación pública.
La convocatoria, que se publicará en el Boletín Oficial de la Provincia la próxima semana, abrirá un plazo de 20 días para que los municipios presenten sus solicitudes. Podrán optar únicamente los caminos rurales asfaltados que no hayan sido reparados en los últimos diez años ni estén ya contemplados en planes de otras administraciones, como la Junta de Castilla y León o el Estado.
Además, se excluyen aquellos caminos con alternativas viables cercanas o que presenten proyectos ya financiados por otras entidades. También quedarán fuera caminos asfaltados dedicados a actividades que puedan deteriorarlos rápidamente, como los destinados a instalaciones de viñedos.

El plan priorizará la reparación de vías que conecten localidades entre sí o con carreteras nacionales y autonómicas, y otorgará puntos adicionales a caminos utilizados por el transporte escolar o que den acceso a bienes culturales. Asimismo, se valorará la inversión previa realizada por los propios ayuntamientos.
Los ayuntamientos beneficiarios deberán comprometerse a mantener en buen estado las vías reparadas y facilitar el acceso a los terrenos para las obras. Las intervenciones contemplan el empleo preferente de aglomerado en caliente, así como zahorras y otros tratamientos según el estado de cada camino. Se prevé además la mejora de la señalización horizontal y vertical, excluyendo las actuaciones en puentes y estructuras.
Faúndez aseguró que el proceso será ágil, con un plazo máximo de seis meses para resolver la convocatoria y comenzar la ejecución de las obras, que podrán cubrir desde reparaciones superficiales hasta intervenciones más profundas, dependiendo del deterioro.