La intervención llega tras las denuncias públicas de dos trabajadores del centro, quienes han cuestionado la organización interna, la falta de personal cualificado en cocina, la planificación horaria o la existencia de riesgos higiénico-sanitarios. Faúndez lamentó la “actitud sistemática” de estos empleados y subrayó que varias de las denuncias ya han sido desestimadas por la Inspección de Trabajo.
“No estamos señalando a nadie, pero cuando una misma persona presenta cuatro o cinco denuncias repetitivas y todas ellas se tumban, también tenemos que decirlo”, afirmó. Añadió que “la Diputación quiere que los trabajadores se sientan cómodos y los mayores, bien atendidos”, y que existen canales de diálogo como las reuniones trimestrales entre los responsables de la residencia y el diputado delegado del área.
Inversiones y mejoras recientes
En cuanto a las condiciones del centro, Faúndez detalló algunas de las actuaciones recientes acometidas por la institución: climatización de espacios comunes, instalación de cámaras de seguridad nuevas, y próximamente la renovación completa de la cocina y la adecuación de los jardines traseros para disfrute de los residentes.
Además, adelantó que en los próximos presupuestos provinciales se incluirán nuevas partidas para mejorar los vestuarios y los accesos individuales del centro, dentro de un plan de modernización integral de la residencia.
El presidente también respondió a las críticas sindicales que denuncian falta de personal en plantilla. “Tenemos más trabajadores que ancianos en la residencia”, afirmó, e insistió en que la ratio de personal es adecuada, aunque reconoció que “hay cuestiones que pueden mejorarse, y en eso estamos trabajando”.
Faúndez concluyó asegurando que “la Diputación asume responsabilidades cuando hay errores, pero no puede tolerar acusaciones injustas que buscan crear un mal clima laboral y dañar la imagen del centro y de sus trabajadores”.