La asociación La Culebra No Se Calla ha anunciado oficialmente su integración en la Federación Zamora En Pie, un paso que ambas organizaciones consideran clave para reforzar la lucha común por la defensa del medio rural y la dignidad de la provincia de Zamora.
El anuncio llega cargado de reivindicación. “Para construir una muralla defensiva ante los que pretenden invadirnos de macroplantas, inundándonos de residuos”, reza el comunicado conjunto, en referencia al rechazo frontal a la instalación de grandes infraestructuras energéticas que, a juicio de estas plataformas, amenazan el equilibrio ecológico y el modelo de vida rural de la zona.
La adhesión de La Culebra No Se Calla también supone un impulso a la demanda de mejores servicios públicos, especialmente en lo relativo al transporte y la sanidad, dos de los sectores más castigados por la despoblación y la falta de inversión institucional en las comarcas zamoranas.
“No es que nosotros seamos pocos y por eso tengan derecho a quitarnos los servicios básicos, es que quizás en otros sitios son demasiados”, ironizan, en una crítica directa a la lógica demográfica que parece justificar la pérdida de derechos en zonas rurales por su baja densidad poblacional.
La Culebra No Se Calla nació a raíz de los devastadores incendios que asolaron la Sierra de la Culebra en 2022, un episodio que marcó un antes y un después en la conciencia colectiva de la comarca. Desde entonces, la plataforma ha alzado la voz contra el abandono de las instituciones y ha exigido medidas reales de prevención y recuperación ambiental. “Aún nos duelen los bosques de la Sierra de La Culebra que ya no están”, recuerdan.
Con esta incorporación, la Federación Zamora En Pie amplía su ámbito de acción a las comarcas de Aliste, Sanabria, Alba, Tábara y Carballeda, sumando a los vecinos de la Sierra de La Culebra a una causa que ya une a territorios como La Guareña, Tierra del Pan o Tierra del Vino.