Sanabria refuerza su compromiso con la naturaleza a través de la labor de Criosanabria, una asociación que ha convertido la lucha contra la desertificación en una de sus principales misiones. Con motivo de la Semana y el Día del Árbol, la entidad ha llevado a cabo reforestaciones en zonas vulnerables, apostando por especies autóctonas como robles, acebos y tejos, además de introducir negrillos genéticamente seleccionados para resistir la grafiosis, una enfermedad que ha devastado los olmos en la península ibérica.

Más allá de la reforestación, la iniciativa busca generar conciencia sobre la importancia de los bosques como parte del patrimonio natural y cultural. En este sentido, los voluntarios que participaron en las jornadas no solo ayudaron a plantar árboles, sino que también tuvieron la oportunidad de conocer otros proyectos de Criosanabria, como la conservación genética de árboles monumentales, la recuperación de sebes tradicionales y la limpieza de espacios naturales dentro del Proyecto Libera.
Daniel Boyano Sotillo, presidente de la asociación, destaca la dimensión educativa de estas acciones: “Las raíces de los árboles no se ven, y con nuestro patrimonio natural ocurre lo mismo. Si no lo conocemos, no lo valoramos; y si no lo valoramos, no lo protegemos”.