A las siete y media de la tarde dio comienzo el XIV Desfile de carrozas y disfraces. Un desfile con mucho color, ambientado con la música de la Charanga Chicuelina en el que no faltaron tampoco las pistolas de agua y las bebidas para refrescar en una calurosa tarde.
Los vecinos de más edad esperaban sentados a la sombra la llegada de la comitiva festiva, encabezada por una carroza del orgullo seguido por decenas de jóvenes disfrazados que fueron recorriendo el pueblo, haciendo paradas para refrescar en los bares del pueblo.
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