Zamora es una provincia llena de naturaleza y belleza, y uno de sus mayores tesoros es el Parque Micológico Montes del Noroeste Zamorano. Este parque es famoso por la gran variedad de setas que se pueden encontrar, lo que lo convierte en un lugar ideal para los amantes de la micología. Cada otoño, muchos visitantes vienen a recolectar setas, pero es fundamental saber cuáles son comestibles y cuáles no, para evitar problemas de salud.
Entre las setas comestibles más populares en esta zona se encuentra el Boletus edulis, conocido como el madeirudo. Este hongo es grande, tiene un sombrero marrón claro y es muy valorado por su sabor. Se encuentra en bosques de árboles de hoja ancha y coníferas. Su carne es blanca y firme, perfecta para muchas recetas. Otra seta comestible que hay que mencionar es el Agaricus campestris, que es el champiñón común. Este hongo es más pequeño y se reconoce por su sombrero convexo que se aplanará con el tiempo. Lo puedes encontrar en prados y campos, y es importante asegurarse de no confundirlo con variedades tóxicas.
La Cantharellus cibarius, conocida como cantarela, es otra delicia en la cocina. Tiene forma de trompeta y su color puede variar desde un amarillo blanquecino hasta un naranja brillante. Este hongo se encuentra en bosques y es fácil de identificar porque no tiene láminas bajo el sombrero, lo que lo hace seguro para comer. Por su parte, el Lactarius deliciosus, o níscolo, tiene un color anaranjado y su característica más notable es que suelta un líquido lechoso cuando se corta. Es común encontrarlo en pinares y su sabor es muy apreciado. También está la Macrolepiota procera, conocida como zarrota. Este hongo es alto, puede llegar a medir hasta 40 cm de alto, y tiene un sombrero marrón claro con escamas. Se encuentra en prados y es fácil de reconocer.
Por otro lado, hay setas que son muy peligrosas y que debemos evitar a toda costa. La Amanita phalloides, también conocida como pan de sapo o hongo de la muerte, es una de las más temidas. Tiene un sombrero de color amarillo blanquecino y puede confundirse con setas comestibles, lo que la hace especialmente peligrosa. La Amanita muscaria, o rabentabois, es otra seta que aunque no es letal, puede causar alucinaciones y malestar. Tiene un tallo blanco y un sombrero rojo con manchas blancas. También hay que tener cuidado con el Paxillus involutus, que puede provocar graves intoxicaciones, y la Galerina marginata, que es pequeña y marrón, pero su toxicidad es mortal. Por último, la Lepiota brunneoincarnata es otra seta pequeña que parece inofensiva pero puede ser mortal.
Dada la gran variedad de setas que podemos encontrar en Zamora, es crucial aprender a identificarlas correctamente. Una buena forma de hacerlo es usando guías de campo o aplicaciones en el móvil que se especialicen en setas. Los colores brillantes suelen ser una señal de que la seta puede ser tóxica, así que hay que tener cuidado. También es importante observar la textura y el sabor; si una seta cambia de color al cortarla o si suelta un líquido lechoso, podría ser tóxica. Además, muchas setas comestibles, como las cantarelas, no tienen láminas debajo del sombrero. Asegúrate de que las setas que recolectes estén frescas y en buen estado, sin signos de parásitos o descomposición.
