Ciudadanos ha enviado una pregunta por escrito a la Consejería de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León para conocer las actuaciones previstas tras la detección por parte de la Mancomunidad de Cabeza de Horno en Salamanca de restos de plaguicidas (metacloro) en la toma de agua del embalse de Almendra.
La situación ha obligado a la Mancomunidad charra a recomendar el no consumo de este agua al conjunto de los 22 municipios -más los anejos- a los que abastece. Por su parte, la Mancomunidad de Sayagua ha encargado analíticas adicionales y, a la espera de los resultados, ha recomendado de manera preventiva también abstenerse de ingerir o usar este agua para cocinar, si bien reiteran que las muestras tomadas el pasado 30 de mayo no arrojaron ninguna anomalía.
El escrito realizado por el dirigente de Ciudadanos en la región, Francisco Igea, se basa en un informe de Ecologistas en Acción de Zamora en el que se advierte que la situación de los municipios afectados de las provincias de Zamora y Salamanca. "Una situación que ha llevado a declarar no potable el agua de la red de abastecimiento en 56 pueblos salmantinos y a no recomendar su consumo en 48 de la provincia de Zamora" y que afecta a unos 10.000 vecinos de la zona.
Ante esta situación, si bien en el caso de la Mancomunidad de Sayagua se ha procedido a repartir garrafas de agua potable gestionadas a través de los Ayuntamientos, Igea desea conocer cuáles van a ser los pasos a dar por la Junta para tratar de atajar esta situación y prevenir posibles incidencias futuras en este sentido.
Así, insta a conocer cuáles van a ser las medidas de la consejería para disminuir el uso de plaguicidas dada la repercusión sanitaria que su uso está teniendo en la zona de salamanca y Zamora, mientras a Sanidad le insta a dar información sobre cómo piensa evitar el riesgo para la salud pública que supone el uso del consumo de agua con plaguicidas. Por último, Igea también planta a la consejería de Medio Ambiente conocer si piensa tomar posibles acciones sancionadoras para controlar la contaminación por plaguicidas que afectan a nuestros ríos y embalses.
