Una amplia franja del noroeste zamorano ha comenzado la jornada de este martes 29 de abril en mitad de un apagón total. Más de un centenar de pueblos repartidos en 17 municipios de las comarcas de Sanabria y Carballeda se han despertado sin suministro eléctrico y con la cobertura telefónica prácticamente colapsada, lo que ha dificultado tanto las comunicaciones personales como la gestión de emergencias.
La incidencia ha afectado a la práctica totalidad del territorio mencionado, incluyendo ayuntamientos como Puebla de Sanabria, Galende, Lubián, Hermisende o Robleda. A pesar de que en algunos puntos, como la propia Puebla de Sanabria, la electricidad comenzó a restablecerse pasadas las 10.00 horas, muchas otras localidades siguen sin servicio.
La preocupación es patente entre las autoridades reunidas en el Cecopi. El presidente de la Diputación de Zamora, Javier Faúndez, ha confirmado que se están realizando visitas a los pueblos más afectados, con especial atención a residencias de mayores y centros de salud. Allí, médicos y personal sanitario continúan atendiendo urgencias con normalidad, aunque las dificultades técnicas son evidentes.
Los bomberos provinciales, apoyados en teléfonos satelitales, han servido de enlace con la capital para informar sobre el estado de la situación, mientras los alcaldes han trasladado también problemas añadidos como el riesgo de corte en el suministro de agua en aquellas poblaciones donde se depende de bombas eléctricas para la distribución.
El apagón de este martes es, según las autoridades, la última gran secuela del corte masivo registrado el lunes, que dejó sin luz a diversos puntos de la provincia. Fuera de las comarcas de Sanabria y Carballeda , la situación ha recuperado la normalidad: los hospitales operan con sus rutinas habituales y los centros de salud prestan servicio con regularidad.
En la capital zamorana, el incidente más reseñable ha estado protagonizado por los viajeros que quedaron atrapados en la estación de tren. Un grupo de 30 personas pasó la noche en el recinto de Ifeza, mientras otros fueron repartidos entre hoteles, alojamientos improvisados o incluso en el propio tren. A primera hora de la mañana, los pasajeros retomaron sus trayectos, rumbo a Madrid en tren y hacia Galicia en autobús.
Durante toda la noche, Cruz Roja y los cuerpos de seguridad prestaron asistencia en la estación, en una noche que, a pesar de las circunstancias, transcurrió con relativa tranquilidad.
