Quiste y enfermedad crónica la de este Consorcio que lleva dos años con una protesta en la calle en pleno centro de Zamora bajo la estatua del impasible Viriato.
Unas reivindicaciones que dejan de nuevo a la administración en un papel oscuro, como decretaba en una sentencia uno de los jueces que siguen dando la razón a los bomberos, en ya 14 ocasiones, algo que recuerda al equipo del Alcoyano perdiendo 14 a cero y pidiendo prórroga.
El conflicto más largo y más sentenciado a favor de una parte que se conoce en la provincia y en la Diputación de Zamora, pero que parece ser no ha lugar a miramientos de parte de la presidencia del Consorcio quien se atrinchera comentando además que: " o cesan las protestas o no hay negociación". Los bomberos claro está tras la rotundidad del presidente el tesón y el sentido común que da la justicia que sigue dando la razón a los trabajadores.
Dos años de peticiones, de denuncias que siguen fallando a favor de los bomberos del Consorcio, fallos que siguen en su largo camino intentando que la administración en este caso la Diputación de Zamora a través del Consorcio recurren una y otra vez, si bien el TSJ de Castilla y León ya ha parado los pies en varias ocasiones al Consorcio aunque parece que no dará su brazo a torcer, una tras otras caen las denuncias y una tras otra se sigue intentando poner cabeza donde el sentido común de la justicia dice no.
Un problema, el de la provincia donde el fuego asoló más de 60.000 hectáreas, unos vecinos los de los pueblos que tienen todo el derecho a tener los servicios que tienen los que viven en la capital, unos equipos que siguen en precario con vehículos que no cumplen las condiciones necesarias de seguridad, camiones que no hay para intervención en altura, un servicio que debería ser profesional y no "voluntarioso" ( bomberos de pago que figuran como voluntarios).
Un problema que se ha enquistado y enrocado en la figura de un presidente del Consorcio y sus bomberos con los que ahora amenaza con no negociar, tras dos años de reivindicaciones y denuncias que no dan más que la razón al sentido común.
