viernes. 29.03.2024

La plataforma de afectados por la instalación de una subestación eléctrica y una planta foltovoltaica en Ricobayo, que reúne 246 firmas, ha solicitado informes sobre la incidencia de cáncer en la zona con el fin de conocer si la cifra de casos es mayor que en el resto de la provincia.

 Los vecinos de Ricobayo se han puesto en contacto con el Registro Poblacional del Cáncer, con sede en Valladolid, para saber si existen estadísticas que relacionen las líneas de alta tensión y las conducciones eléctricas con una mayor incidencia de tumores, así como de otras enfermedades graves como la esclerosis lateral amiotrófica, el alzheimer o la leucemia infantil.

"Existen numerosas publicaciones científicas que relacionan, de una forma indirecta, algunas enfermedades graves con este tipo de instalaciones eléctricas", aseveran Juan Morales y Carlota Expósito, dos de los afectados por el proyecto fotovoltaico.

Ambos añaden que, en el caso de la leucemia infantil, "hay estudios que identifican los campos electromagnéticos de baja frecuencia originados por las líneas de alta tensión como un posible origen de la enfermedad".

La semana pasada, la plataforma de afectados presentó en el Servicio Territorial de Industria de la Junta de Castilla y León una lista de alegaciones para solicitar la nulidad de la autorización del proyecto tanto en los terrenos que iban a ser destinados al circuito de Cerezal, así como los que se proponen declarar de utilidad pública para implantar una línea de alta tensión, una nueva subestación eléctrica y una línea de conexión soterrada.

La subestación eléctrica, de 4.000 metros cuadrados, se va a instalar a 200 metros del casco urbano de Ricobayo y los vecinos sostienen que la cercanía de las nuevas líneas de alta tensión será perjudicial para la salud.

Además, acusan a la empresa Green Stone Renewables, con sede en Córdoba y filial de un grupo francés, de "mentir", ya que en el proyecto que se ha presentado ante la Junta de Castilla y León se incluye la creación de una media de 76 puestos de trabajo durante unos seis meses, mientras que en una reunión con algunos de los propietarios, la firma aseguró que "se van a crear entre 400 y 500 empleos en la fase de construcción".

Entre la lista de alegaciones contra el proyecto de la subestación eléctrica, las líneas de alta tensión y la planta solar fotovoltaica que afectan a Ricobayo de Alba y Cerezal, los vecinos destacan la carencia de información sobre el impacto ambiental, ya que la empresa ha presentado solo el estudio de dos subproyectos, pero no del conjunto de la inversión.

Además, alertan sobre el impacto que se generará en el futuro, si se instalan otras cinco plantas solares y sus respectivas líneas de alta tensión en la zona, tal y como se expone en el proyecto.

Juan Morales explica que tampoco se plantean alternativas para evitar el impacto ambiental en un pueblo que contabiliza 13 líneas de alta tensión, que sobrepasan los 35 kilómetros lineales. "Es ya un municipio muy castigado por la construcción de la presa, la central hidroeléctrica y las subestaciones eléctricas existentes", recalca Morales.

Los afectados también se quejan de que hay "información contradictoria" sobre el gran proyecto y el malestar de la población, al que contribuyen los alcaldes de Muelas del Pan y de Ricobayo.

En una reunión celebrada el 27 de agosto, el Ayuntamiento anunció que había logrado alejar la subestación 50 metros, un extremo que la empresa no contempla, ya que el 11 de septiembre, intentaron negociar con los propietarios de las fincas donde la subestación estaba planteada originalmente.

Por último, la empresa tampoco menciona el impacto significativo, ni el acumulado sobre la zona, ni presenta un correcto estudio sobre el impacto por ruidos.

Afectados por el proyecto fotovoltaico de Ricobayo solicitan informes sobre la...