El pasado sábado 23 de julio casi una veintena de personas que se encontraban observando fauna fueron testigos de la caza de un corzo en el término municipal de Folgoso de la Carballeda, dentro de la Reserva de Caza de la Sierra de la Culebra.
Acompañados y guiados por personal de la Consejería de Medio Ambiente, varios cazadores dispararon y mataron un corzo macho a un kilómetro del borde de la zona afectada por el fuego y que, recordemos, ha asolado unas 60.000 hectáreas.
Estos hechos se consideran muy graves por varios motivos:
En primer lugar, y teniendo en cuenta la importante mortalidad de fauna a raíz del incendio, abatir corzos en estas zonas supone una incongruencia porque va a frenar la recuperación, durante un tiempo, de esta especie. Recordemos que este cérvido se ha visto enormemente afectado por el fuego y han sido, probablemente centenares, los ejemplares calcinados, heridos de gravedad o que han perdido su hábitat de refugio y de alimentación.
Por otro lado, consideramos a todas luces vergonzoso que el personal de la Junta de Castilla y León ‒pagado por todos los contribuyentes de la comunidad‒, dedique su tiempo a guiar a los cazadores para abatir corzos en lugar de estar dedicado a otras labores urgentes: revisar las zonas quemadas en los últimos días en busca de animales heridos o aportar alimentos para la fauna.
En tercer lugar, estos hechos implican un absoluto desprestigio de la actividad cinegética que, carente de principios morales, reflejan su incoherente modo de actuar: publicitan comederos y bebederos para ayudar a la fauna que ha sobrevivido pero, por otro lado, actúan sin contemplaciones y sin ninguna ética tras una catástrofe como esta.
