El Teatro Ramos Carrión de Zamora registró un lleno absoluto este domingo con motivo del concierto “Luz Penitente”, un emotivo homenaje al imaginero Ramón Álvarez en el bicentenario de su nacimiento.
El acto reunió a la Banda de Música de Zamora y a la Banda Maestro Nacor Blanco, que interpretaron un programa de marchas procesionales dedicadas a algunos de los pasos más emblemáticos del escultor, cuyas creaciones marcaron para siempre el devenir de la Semana Santa zamorana.
Durante el concierto sonaron composiciones en honor a obras de gran valor artístico y devocional como La Lanzada, Crucifixión, La Soledad o Nuestra Madre de las Angustias, piezas que forman parte del legado inmortal de Álvarez en la imaginería religiosa.
El espectáculo, además de la interpretación musical, ofreció un recorrido visual y lírico por la trayectoria del artista, permitiendo al público redescubrir el alcance y la trascendencia de su obra.

