Zamora volverá a vibrar al ritmo del heavy metal con la décima edición del Z! Live, que se celebrará del 12 al 14 de junio de 2025. La organización del festival ha comenzado a desvelar las primeras bandas que formarán parte de un cartel que promete ser el más ambicioso en la historia del evento. Entre las grandes confirmaciones hasta el momento, destaca la banda escocesa de folk metal Alestorm, que será uno de los tres cabezas de cartel del escenario Copper, el segundo más importante del festival.
La expectación por conocer el listado completo de artistas es palpable entre los seguidores, pero desde el Z! Live advierten que lo mejor está por venir. "Tenemos el cartel prácticamente cerrado, pero no podemos desvelar los platos fuertes todavía. Lo haremos en breve", aseguran. A pesar de esta espera, ya se han confirmado nombres de gran peso dentro del metal internacional, lo que anticipa una edición histórica.
Exodus, legendaria banda de thrash metal formada en 1979 en la Bay Area de San Francisco, hará su esperada aparición en Zamora, sumándose a un cartel que también incluye a los albaceteños Angelus Apatrida, máximos exponentes del thrash metal en España. A estas bandas se unen Gotthard, representantes del hard rock suizo, y Dark Funeral, quienes traerán el sonido oscuro del black metal desde Suecia.
La décima edición también contará con el death metal devastador de Nile, llegados desde Carolina del Sur, y el metal progresivo de los daneses Vola. El folk metal de los gaditanos Saurom, el hard rock melódico de los suecos Dynazty y el groove metal de Vita Imana completan esta primera oleada de confirmaciones.
La organización ha querido dejar claro que esta edición está especialmente dedicada a su fiel comunidad de seguidores. El Z! Live, que ha crecido exponencialmente desde sus inicios, no ha perdido de vista su esencia. El cartel de este año, cuyo diseño refleja este homenaje al público, está pensado para celebrar una década de música y emociones compartidas. "Esta edición será increíble, y como siempre, ofreceremos una variedad de estilos dentro del metal que muy pocos festivales pueden programar", afirman.
A pesar del éxito de la pasada edición, la organización ha decidido mantener un aforo limitado a 10.000 entradas diarias, con el objetivo de preservar la cercanía que caracteriza al festival. "Sabemos dónde está nuestro límite y vender más abonos de la cuenta nos haría perder parte de nuestra identidad, que siempre ha sido estar muy cerca del público", explican.
El festival, que espera alcanzar los 30.000 asistentes durante sus tres jornadas, ha visto cómo el ritmo de venta de entradas no ha parado desde que se pusieron a la venta este verano. El precio de los abonos se sitúa en 120 euros más gastos de gestión, una cifra que sigue siendo inferior a la de muchos otros festivales del mismo calibre en España.
