En España, en el 30% del territorio se concentra el 90% de la población: el despoblamiento se ha acelerado en la última década, o al menos era así hasta la llegada del coronavirus: en estos últimos tres meses se ha multiplicado por cuatro el número de familias que se quieren mudar a zonas rurales respecto a las de 2019. ¿Qué es lo que ha cambiado?.
LinkedIn Noticias realiza un análisis al respecto. Según un informe elaborado por Randstad a partir de datos publicados por el Servicio de Empleo Público Estatal (SEPE) correspondientes a 2018, en ese año, 3,1 millones de personas cambiaron de provincia o de comunidad autónoma por motivos laborales, lo que supuso hasta un 14% del total de los contratos firmados durante ese año, una cifra histórica.
Estos datos fueron considerados como una buena noticia, ya que este tipo de contratación es especialmente útil para jóvenes en busca de un primer trabajo o profesionales que no están encontrando oportunidades en sus lugares de origen. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el 25% de los contratos con movilidad se dirigían a Madrid o a Barcelona, las dos potencias económicas del país. Los sectores que mayor movilidad geográfica laboral experimentaron fueron la agricultura (24,5%), la construcción (17,2%) y el sector servicios.
Y si bien los últimos datos de la Estadística de Movilidad Laboral y Geográfica apuntaban a que el 2,8% de los ocupados y el 4,7% de los desempleados de mudó a otro municipio en el último año y estas cifras dibujaban un escenario positivo para la movilidad laboral... Esto fue antes de la pandemia.
Los confinamientos y las restricciones para frenar contagios, además del descenso en las contrataciones en numerosos sectores (entre ellos, algunos de los que más promovieron la movilidad en los últimos años), van a suponer un freno a la movilidad este año. Al mismo tiempo, el empuje que estamos viviendo al teletrabajo, una modalidad de trabajo que el Gobierno acaba de regular, hace pensar que algunos empleados optarán por mudarse lejos de las ciudades.
Aunque teletrabajar desde el pueblo presenta todavía hoy numerosas dificultades, en gran parte debido a los problemas de conexión a internet en las áreas rurales, en España ya se han puesto en marcha varias iniciativas para hacer desaparecer la brecha digital entre zonas rurales y urbanas.
"Esto permite desde obtener una carrera online, hasta desempeñar determinados puestos de trabajo en remoto. Por lo que la digitalización de las empresas va a permitir gradualmente la deslocalización del puesto de trabajo", cuenta Beatriz Sánchez López. Hoy, meses después de la pandemia, muchos trabajadores ya asocian su trabajo con horas conectadas a programas como Zoom. Trabajar desde casa se ha convertido ya en una realidad para gran número de trabajadores: el teletrabajo ha llegado para quedarse.
Otra opción es emprender. Frente a la ciudad, el campo se plantea estos días como una alternativa para una vida con un entorno atractivo, competitivo, incentivos fiscales, facilidades para el alquiler, buen y barato suelo industrial.
Para que esto tenga sentido y se materialice, empresas y autoridades han de apostar por una descentralización económica, de manera que los empleados que decidan huir de las grandes ciudades, puedan encontrar en las ciudades pequeñas una felicidad real, en forma de calidad de vida y empleos satisfactorios.