Esta semana miles de escolares españoles regresan a las aulas en una "la vuelta al cole" más atípica, ansiada y temida a la vez. Son muchos los padres que temen por la seguridad de sus hijos. De hecho, 8 de cada 10 padres y madres desconfían de las medidas de seguridad que se han establecido en los centros educativos.
Los centros escolares han puesto en marcha una serie de medidas de seguridad para garantizar un acceso adecuado a las aulas: uso obligatorio de mascarillas, distancia de seguridad, incremento de la higiene en clase, toma de temperatura, turnos en el comedor, ventilación de las instalaciones entre clase y clase, así como la realización de pruebas al profesorado.
Unas medidas cuya efectividad en este marco todavía se desconoce (sobre todo si no se baja la ratio o no es posible hacer desdobles). Así, 8 de cada 10 padres y madres desconfían de que estas pautas de prevención sean suficientes para frenar los contagios, como apunta el comparador Acierto.com.
Además, no podemos olvidar otra cuestión: la dificultad de diferenciar el coronavirus de otras enfermedades. En especial si se tiene en cuenta que los resfriados y las amigdalitis son las enfermedades más frecuentes entre los escolares, y que comparten muchos síntomas con la COVID-19.
Más allá del virus: otras preocupaciones
Más allá del miedo al contagio existen otras preocupaciones relacionadas con la vuelta al cole. Muchas tienen que ver con la conciliación, sobre todo en el caso de que el centro se vea obligado a cerrar o no pueda impartir las lecciones presencialmente.
A esto se suma la incertidumbre relacionada con las fechas de incorporación, con el posible cierre de centros, la necesidad de docentes y de personal médico cualificado en las instalaciones.
Un punto en el que el teletrabajo será fundamental (de hecho, el dato curioso es que el 70% de los trabajadores se muestra receloso a volver físicamente a su puesto). Por fortuna, más del 30% de las empresas siguen ahora con este modelo (frente al 4,8% previo a la pandemia).
Los posibles problemas de sociabilización en los más pequeños (suelen desarrollar sus habilidades sociales en el colegio) es otro de los quebraderos de cabeza. Por no hablar de la ansiedad que puede generar volver a una rutina totalmente distinta de lo habitual, del posible descenso en el nivel de los escolares, de las dificultades de aprendizaje que podría ocasionar tanta inestabilidad.
E incluso de la brecha que podría abrirse entre aquellas familias que sí son capaces de proveer los medios para un aprendizaje virtual y las que no. Algunas voces apuntan a que la presencialidad es la única manera de garantizar la igualdad de oportunidades.
El esfuerzo económico de la vuelta al cole en plena crisis es otra de las grandes preocupaciones de los padres españoles. Con una tasa de paro histórica y las carteras de cientos de ciudadanos temblando, el desembolso de los libros y el material escolar se postula como una de las grandes preocupaciones. Como añadidura, se estima que este año la vuelta al cole costará entre un 5% y un 8% más que el año anterior.
En concreto, se estima que el regreso a las aulas ronda, de media, los 2.000 euros. Este año, además, hay que sumar el gasto en geles desinfectantes, mascarillas e incluso del material informático necesario para seguir la clase online (en caso de ser necesario).