Este otoño e invierno, la aparición de la variante de coronavirus XEC ha suscitado la atención de expertos en salud pública, quienes advierten que podría convertirse en la cepa dominante en poco tiempo. Identificada por primera vez en junio en Alemania, la variante XEC ha mostrado una rápida propagación, con casos reportados en países como el Reino Unido, Irlanda, Francia, España y Estados Unidos. Actualmente, se estima que representa alrededor del 10% de los casos de coronavirus en las últimas semanas.
Una de las características más inusuales de la variante XEC es la pérdida de apetito, un síntoma que no se había observado de forma frecuente en olas anteriores de Covid-19. Este nuevo síntoma se suma a los ya conocidos, que incluyen fiebre alta, escalofríos, tos continua, pérdida o alteración del sentido del olfato o gusto, dificultad para respirar, fatiga, dolores de cabeza y musculares, dolor de garganta, congestión nasal, diarrea y malestar general.
La variante XEC es, en realidad, una subvariante de Ómicron, surgida a partir de la combinación de las variantes KP.3.3 y KS.1.1 en un paciente que contrajo ambas cepas simultáneamente. A pesar de su alta contagiosidad, hasta ahora no se ha relacionado con una mayor gravedad de los síntomas, aunque algunos pacientes podrían experimentar una recuperación más prolongada e incluso necesitar hospitalización.
En su informe epidemiológico del 9 de octubre de 2023, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado la variante XEC como una "variante bajo vigilancia", resaltando su creciente prevalencia a nivel global junto con la variante SARS-CoV-2 KP.3.1.1.
Los expertos instan a la población a mantener las medidas preventivas básicas para frenar la propagación de la variante XEC. Entre estas se encuentran la ventilación de espacios cerrados, el lavado frecuente de manos, cubrirse al toser o estornudar, y el uso de mascarillas en caso de presentar síntomas. Aunque aún no existe una vacuna específica para la variante XEC, se recomienda a la población recibir las dosis de refuerzo de las vacunas actualizadas, especialmente aquellas dirigidas a las variantes de Ómicron.
