A partir de la convocatoria 2024-2025, los estudiantes que deseen ingresar a la universidad enfrentarán una renovada Prueba de Acceso a la Universidad (PAU), cuyo nombre vuelve a emplearse tras haberse denominado EBAU o Selectividad en años anteriores. La nueva PAU, aprobada por el Consejo de Ministros el 11 de junio de 2023, introduce varios cambios en su estructura y evaluación, adaptándose a la Ley de Educación (LOMLOE) y a los nuevos currículos de Bachillerato.
Una de las novedades más relevantes es el establecimiento de criterios comunes de corrección en todas las comunidades autónomas. Estos criterios pretenden asegurar la igualdad de oportunidades para los estudiantes de todo el país, valorando aspectos como la adecuación de las respuestas, la coherencia, la corrección gramatical y la presentación. Al menos un 10% de la calificación de las preguntas implicará estos aspectos formales.
Además, la nueva prueba estará más centrada en evaluar competencias, como el pensamiento crítico, la reflexión y la creatividad, reduciendo el enfoque memorístico. Un mínimo del 70% de las preguntas serán de carácter abierto o semiconstruido, lo que supone un cambio importante respecto al modelo anterior.
La PAU mantendrá una estructura similar a la de la EBAU, con una fase general obligatoria y una fase voluntaria. Los estudiantes deberán realizar exámenes de materias como Lengua Castellana, Lengua Extranjera, Historia de España o Filosofía, y una materia específica del Bachillerato. En las comunidades con lengua cooficial, se añadirá un examen sobre dicha lengua.
En la fase voluntaria, los estudiantes podrán examinarse de hasta tres materias adicionales para mejorar su nota de admisión.
Cada examen tendrá una duración de 90 minutos y un intervalo de descanso de al menos 30 minutos entre pruebas. La nota final se calculará ponderando un 60% la media de Bachillerato y un 40% la calificación obtenida en la PAU, siendo necesario obtener al menos un 5 para acceder a la universidad.