La ancestral costumbre de ofrendar un cordero a la Virgen continúa vigente en varios pueblos de Castilla y León, como una expresión de gratitud por la ayuda divina en momentos de aflicción, especialmente en casos de enfermedad propia o de seres queridos.
En esta ocasión, la iniciativa surgió de Fernando Canas, quien, tras recuperarse de graves problemas de columna, quiso expresar su agradecimiento a la Virgen con la ofrenda de un cordero vivo, cuya subasta se destinaría a beneficio de la Iglesia.
La singular ceremonia tuvo lugar por primera vez en Fuenlabrada, específicamente en la Iglesia de San Esteban, el pasado sábado 23 de diciembre, acompañada por la representación de la "Loa de la Cordera". Vestidos con trajes típicos de pastores, un grupo de personas condujo la cordera hasta el altar, donde se llevó a cabo la subasta del animal.
El proceso de subasta culminó al alcanzar una oferta de 550 euros, con la condición de que la cordera quedara exenta de ser sacrificada, siendo indultada en un gesto de compasión y respeto por el animal.
