El mundo del entretenimiento en España está conmocionado tras el fallecimiento de Francisco Rodríguez Iglesias, reconocido artísticamente como Arévalo, a los 76 años en su hogar en Valencia. El comediante y actor fue hallado sin vida por su hijo, aunque las causas exactas de su muerte aún se desconocen.
Arévalo, nacido en Madrid pero criado en Catarroja, Valencia, dejó una huella indeleble en el mundo del espectáculo español. Inició su trayectoria en El Bombero Torero, un espectáculo cómico taurino, y pronto ganó reconocimiento en los años 70 y 80 por sus célebres chistes de "gangosos y mariquitas", que popularizó mediante cintas de casete y lo llevaron a la fama.
Su debut en el cine se produjo en 1981 con "Su Majestad la Risa", pero fue su participación en el icónico programa de TVE "Un, dos, tres... responda otra vez" a partir de 1983 lo que lo catapultó a la fama. A lo largo de cinco décadas, participó en películas, series, obras de teatro y programas televisivos, convirtiéndose en uno de los humoristas más queridos de España.
En 1997, Antena 3 le brindó su propio espacio, "Arévalo y Cía", donde deleitaba con sus sketches junto a otros destacados actores y humoristas. Aunque su humor, caracterizado por chistes que hoy se considerarían ofensivos, envejeció mal, fue tremendamente popular en los años 80, una época en la que su estilo era ampliamente aceptado.
Arévalo se mantuvo activo en televisión, participando en concursos y programas hasta tiempos recientes, destacando su colaboración en "La Granja" en 2005, su presencia en el programa de Canal Sur "La tarde con María" entre 2007 y 2009, y su participación en "Sábado Deluxe" y otras producciones.
Su presencia en redes sociales mostró otra faceta, aunque también generó polémicas, como el desencuentro con su amigo Bertín Osborne en 2017 por una publicación que no fue bien recibida por la Casa Real. A pesar de este episodio, se reconciliaron públicamente tiempo después durante la emisión del programa "Mi casa es la tuya", conducido por Osborne.
El legado de Arévalo, marcado por su talento humorístico y su longeva carrera en la industria del entretenimiento, deja una profunda huella en la historia del humor en España, recordándolo como un icono de otra época y un referente indiscutible del entretenimiento español.