Desde el inicio de la expansión del coronavirus más allá de las fronteras de China, especialmente cuando se comenzó a tomar consciencia a nivel mundial de la virulencia de la enfermedad, la búsqueda de la vacuna ha sido uno de los objetivos principales de la comunidad científica. Los especialistas precisan que hasta que no se logre dar con un remedio, la enfermedad seguirá asolando a la población en diferentes oleadas, a pesar de que ahora gran parte de los países conocidos como occidentales estén mejores preparados para combatir la pandemia.
Todos los países afectados por el virus ya han comenzado a trabajar activamente en una cura en forma de vacuna con el que poder hacer frente al COVID-19. España, pocos días después de decretar el estado de alarma, anunció que invertiría una partida de 30 millones de euros para investigar en pos de una vacuna para el coronavirus.
En la carrera por conseguir un remedio contra una enfermedad que ya se ha cobrado la vida de casi 350.000 personas en todo el mundo, parece que el primer paso lo ha dado la compañía estadounidense Moderna. La empresa anunció, de acuerdo con una información publicada por El País, los resultados de una prueba con 45 voluntarios sanos. De acuerdo con el comunicado, la vacuna era “segura y bien tolerada” y generaba, en al menos de los 8 participantes, niveles de anticuerpos capaces de neutralizar infecciones similares o mayores que se encuentran en la sangre de pacientes que han superado la enfermedad.
Asimismo, parece que el Instituto de Biotecnología de Pekín y la compañía Cansino Biologics de Chinca anunciaba los resultados de esa misma fase I de la primera vacuna de este país en ponerse en marcha. Los resultados son prometedores, puesto que tras 28 días de ensayos con 108 voluntarios se ha demostrado su seguridad y que la vacuna genera anticuerpos y linfocitos T en los participantes.
Si bien es cierto que los resultados son halagüeños es pronto para lanzar las campanas al vuelo, ya que la vacuna debe seguir pasando de fases y probarse en ensayos mucho más grandes que corroboren que la vacuna es útil para el tratamiento masivo del COVID-19.
Lo importante en estos momentos es que ya hay dos vacunas que han conseguido pasar a la fase II y que, al menos, hay 100 candidatos a vacunas en todo el mundo elaborándose en estos momentos.