El apagón eléctrico que dejó sin luz a millones de hogares en España y Portugal el pasado lunes no fue provocado por un ciberataque. Así lo ha asegurado Eduardo Prieto, director de Operaciones de Red Eléctrica de España (REE), quien explicó que el sistema sufrió “dos eventos de pérdida de generación energética muy fuertes” con apenas cinco segundos de diferencia, lo que provocó una caída súbita del 60% en la demanda nacional.
Aunque la hipótesis del sabotaje digital ha sido descartada por ahora, las causas precisas del fallo siguen siendo una incógnita. El Gobierno ha reaccionado con contundencia: el presidente Pedro Sánchez ha asegurado que se llegará “hasta el final” en la investigación y que, si se detectan responsabilidades entre operadores privados, se exigirán sin contemplaciones.
El suministro eléctrico, que afectó de forma desigual a distintas zonas del país, se encuentra ya restablecido en un 99,95%, y todas las subestaciones operan con normalidad, según fuentes de REE.
El apagón también ha generado fricciones diplomáticas entre Madrid y Lisboa. Las autoridades portuguesas han señalado que detectaron una fuerte oscilación en la red española justo antes de que comenzara la interrupción, lo que ha elevado la preocupación sobre la coordinación entre ambos sistemas. No obstante, tanto España como Portugal han coincidido en que aún es pronto para establecer conclusiones definitivas.
Desde Bruselas, la Comisión Europea ha calificado el suceso como “un evento sin precedentes” y ha pedido una investigación más profunda. La expectativa ahora recae en los informes técnicos que deben esclarecer qué ocurrió exactamente, cómo pudo fallar el sistema en cuestión de segundos y qué medidas se deben implementar para que no vuelva a repetirse.
