Carlos Alcaraz se anticipó a los movimiento de Novak Djokovic en tan solo 14 minutos. Sin embargo, el partido se convirtió en una victoria para Alcaraz, con un marcador de 6-2, 6-2 y 7-6, asegurando su cuarto título de Grand Slam.
Djokovic, considerado el mejor jugador de todos los tiempos, no pudo contrarrestar el juego de Alcaraz, quien jugó con una calma y precisión impresionantes. Aunque el serbio mostró resistencia, especialmente en el tercer set, fue incapaz de detener al joven español, que manejó la presión con una sorprendente madurez para sus 21 años.
Alcaraz mostró un nivel de juego excepcional, resolviendo con facilidad las pocas situaciones complicadas que enfrentó y elevando su rendimiento cuando más lo necesitaba. Su capacidad para mantenerse concentrado y competitivo, incluso en los momentos críticos, destacó su talento y fortaleza mental.
El público, que quería un espectáculo más largo, alentó a Djokovic, pero Alcaraz le pudo igualmente. Este partido marcó no solo una victoria significativa para el español, sino también el inicio de una nueva era en el tenis, donde el joven parece estar listo para dominar el deporte en los años venideros, mientras Djokovic enfrenta el inevitable paso del tiempo.