jueves. 28.03.2024
Policía Nacional imagen de archivo

No sé si en algún país, además de en España, se aplaude a un presunto violador. Espero, por el bien de la humanidad, que no. El forense ya ha dictaminado que hubo relaciones sexuales con violencia; no consentidas. Sin embargo, familiares y amigos reciben entre vítores y aplausos a los cinco acusados por violar a dos niñas de 13 años en Burjassot. Supongo que se alabará porque no son sus hijas, porque a ellos no les duele, porque no son nadie.

Los profesionales sanitarios fueron los que certificaron indicios con agresión sexual. Sin embargo, entre aplausos y alabanzas, los cinco menores quedan en libertad vigilada. Mientras la Fiscalía pedía una condena más dura, el juez pidió la más leve.

Dos jóvenes, no cinco, quedaron con las niñas a través de las redes sociales. Ya lo habían hecho con anterioridad. Además, se está intentando localizar a un sexto implicado que ni siquiera era menor de edad.

Una de las dos niñas de doce años dio la voz de alarma cuando todo ocurrió. Logró escapar de la casa abandonada en la que se encontraban y envió un vídeo a una amiga por mensajería. En él se veía el suelo de la vivienda y se escuchaban gritos.

La niña ha explicado que entraron de forma voluntaria al lugar, pero no dio su consentimiento para mantener relaciones y fue forzada. Escondida pudo ver la agresión en grupo a su compañera.

La Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) de la Policía Nacional han recuperado evidencias de que las dos menores fueron agredidas, una de ellas en grupo.

El país que lo tiene todo perdido: aplausos para recibir a los cinco jóvenes que...