Preparando el invierno II ¿Panel radiante o emisor térmico?

Una de las principales disyuntivas frente a las que se encuentran aquellas personas que están construyendo su casa, o bien remodelándola, es qué clase de sistema de calefacción instala en ella. Como siempre, tenemos por un lado a los defensores del panel radiante y, por otro a quienes consideran que no hay nada mejor que un emisor térmico. Vamos a analizar ambas opciones, con sus principales ventajas y desventajas, para que tú también puedas decantarte por una de ellas.

En cualquier caso, estamos hablando de dos de los mecanismos de calefacción que más se están utilizando a día de hoy, y de los que se posicionan como soluciones más eficientes en el medio y largo plazo. No obstante, cada usuario deberá escoger entre ellos de acuerdo a sus necesidades. Creemos que con esta próxima información, esa decisión resultará mucho más sencilla.

Pros y contras de los paneles radiantes

La primera ventaja que hay que mencionar acerca de los paneles radiantes, es que son capaces de calentar cualquier habitación de forma rápida y pareja, evitando que algunas zonas queden más frías que otras. Por lo tanto, es una excelente idea para ambientes grandes o que suelen estar ocupados.

Además, estos sistemas tienden a incluir tecnología de última generación, y cuentan con distintos modos de programación o de uso, por lo que podremos personalizarlos al máximo.

Al contrario de lo que suele creerse, los paneles radiantes no son tan costosos, e incluso algunos fabricantes comienzan a ofrecer modelos accesibles para la mayoría de las personas.

En cuanto a los aspectos negativos de los paneles radiantes, podemos hablar de que se trata de un método de calefacción de corta duración. Es decir, tan pronto lo apagues, notarás rápidamente que la habitación comienza a enfriarse. Eso genera que haya que reiniciarlo en poco tiempo.

Por otro lado, también es cierto que se genera con su utilización algo así como una sequedad en el ambiente, que puede llegar a afectar a quienes ya tienen problemas con este tipo de climas.

Por último, pero no menos importante, por lo general requieren de una instalación en pared para su funcionamiento adecuado, lo que reduce cualquier posibilidad de transportarlos.

Pros y contras de los emisores térmicos

Si nos vamos a los emisores térmicos, sobresalen principalmente por estar adecuados a las últimas exigencias respecto del cuidado del medio ambiente, ya que consumen menos energía que otras soluciones de calefacción. Además, tienden a conservar los ambientes calientes bastante tiempo.

Su potencia es suficiente para la mayoría de los ambientes, también los grandes, y podemos desconectarlos cuando el espacio ya está calefaccionado, olvidándonos del asunto hasta el otro día.

Al igual que los paneles solares, los modelos más modernos vienen con distintos modos de uso, gracias a los cuales podemos no sólo configurarlos sino, además, aprovecharlos cada vez más.

Como contrapartida, no tardaremos demasiado en descubrir que aprender a usarlos es un poco más complejo que con los paneles radiantes. Y tampoco son precisamente económicos, aunque con el paso de los meses recuperaremos la inversión debido al menor gasto mensual de energía.

Y, al igual que los anteriores, también hay que instalarlos en una pared.

Con toda esta información a mano... ¿te quedas con un panel radiante o un emisor térmico?

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